La mayoría de las veces que queremos renovar nuestra decoración o cuando hay que rellenar la nueva casa a la que nos hemos trasladado para convertirla en nuestro hogar, solemos decantarnos por la búsqueda y compra en determinados establecimientos. Pero ¿por qué no hacerlos nosotros mismos? Si dejamos volar un poco nuestra imaginación y surfeamos un poco en la red, podemos encontrar alternativas fantásticas y realmente originales.
Es cierto que necesitamos un poco de maña para realizar algunas de las propuestas, pero mientras haya creatividad y gente dispuesta a echarnos una mano, todo es posible. Además, la gracia de lo artesanal es que aporta ese toque personal que convierte algo en único, por lo que si no nos sale exacto al modelo usado de referencia, ¡no te preocupes! porque entonces será lo que lo hagas especial.
Generalmente, los ejemplos de decoración reciclado nacen de los objetos más cotidianos ¿qué te parecería convertir esa antigua maleta que tantas idas y venidas ha vivido en una singular cómoda funcional? Esto permite dotar a tus espacios de un auténtico aire vintage típico de las antigüedades recuperadas.
Para ello necesitaremos la estructura de una cómoda, o podemos intentar hacerla nosotros, pero, a no ser que seamos unos "manitas" del bricolaje, implicará mayores complicaciones. Para la formación de las cajoneras también existen dos opciones. La primera consiste en quitar una de sus partes y forrar de nuevo su interior para un acabado más limpio, mientras que la segunda simplemente sería forrar un cajón ya hecho con el frontal de la maleta. La elección ya dependerá de tus habilidades o la implicación que busques.
Otro de los materiales habituales en casa suele ser el vidrio, sobre todo el que acumulamos mediante frascos y botecitos. Una curiosa forma de reutilizarlos es convertirlos en una singular especiera. Para ello, los colocaremos en la nevera gracias a la colocación de imanes en la tapa de cada contenedor con ayuda de un pegamento fuerte. El otro extremo, la parte trasera, la decoraremos con una etiqueta y el nombre de una especia que colocaremos en su interior, mientras que el cuerpo del bote lo cubriremos con cintas de colores.
Otra opción es aprovechar la utilidad de la pintura de pizarra para pintar la tapadera. Así, podrás pintar con tiza el nombre de la especie en cada bote y guardarlas en una cajonera. De esta forma, conseguirás un auténtico aire retro para tu cocina.
Quizá no todo vale para darle ese aire acogedor y dinámico a nuestro hogar, pero a veces es bueno darle un segundo vistazo a los elementos de nuestro entorno y abrir la puerta al mundo de las ideas.