Te adoro a pesar de que muchas veces te vea en los brazos de otros hombres, y de que me duela que no sea en los míos. Te adoro porque siempre, en mitad de tus devaneos, veo tus detalles de complicidad, que yo solo veo por la sencilla razón de que son exclusivamente entre tú y yo, y sé que me buscas al otro lado de la pantalla, y que tus ojos se clavan en los míos a las menor oportunidad, y que tus labios susurran mi nombre muchas veces, y que las muecas pícaras que a veces veo son inequívocamente para mí.
Porque sé que cuando estas con otros y sabes que te estoy viendo, piensas en mí; y que sabes que al verte con ellos sufro lo indecible, y que mi corazón se resquebraja para volver a recomponerse cada vez que descubro todas esas pequeñas pistas de tu amor y que me vas dejando en este proceso de dolor y placer, de "una de cal y otra de arena".
Sé que sabes que cuando arriesgas tu vida mi corazón salta y se contrae y sufro contigo. Que si pudiera adoptaría al fruto de tu embarazo no esperado y lo cuidaría como uno de mis hijos... Mis hijos, que se meten conmigo por este amor que te profeso, que se burlan de esas complicidades que tienes conmigo, y que ellos en su ignorancia niegan de forma burlona. Y sé que algún día te darás cuenta de que mi amor, la pasión que siento por ti, es superior a la de cualquier otro, y allí estaré esperándote con mis brazos y mi corazón abiertos para ti.
Ahora buscaré tu anuncio en YOUTUBE para oírte decir que tú también me adoras, y te veré junto a Marlene y a Marilyn y por unos segundos me harás el hombre más feliz del mundo.
Manuel