Cuando estés leyendo esta carta no estaré a tu lado, al menos mi cuerpo, porque mi alma y mi corazón serán siempre tuyos.
Quiero agradecerte toda la vida que sin ti no hubiera sospechado tener nunca, tus besos , tus caricias, todo ese amor que me has dado siempre, pasara lo que pasara, en cualquier circunstancia, ese apoyo constante sin el que mi existencia habría sido un infierno.
Gracias, por ser mi amigo, mi amante, mi esposo y mi gran Amor.
Gracias, porque los Ángeles no están sólo en el cielo.
No se te ocurra llorar, esos preciosos ojos se enturbiarían y no dejarían ver esa luz que ha iluminado mi vida.
Sé feliz y llévame siempre en tu corazón.
Tu amada Esposa.