A simple vista podemos pensar que estamos hablando del estilo pictórico que lleva el mismo nombre. Sin embargo, nos referimos a la palabra francesa naïf, cuya definición sirve para designar lo ingenuo y lo inocente, así como en inglés se utiliza el término naive. En cuanto a decoración, este estilo está más de moda que nunca. La ausencia total de colores oscuros y el uso de objetos que desprenden romanticismo lo convierten en un estilo fresco pero sobre todo muy dulce.
El Naïf es de estética puramente femenina, se traduce en colores pastel como lilas, rosa palo, verde jade, amarillos o beige sobre las paredes. Una tendencia en alza es pintar las paredes de rayas combinando el blanco con cada uno de los tonos mencionados. Es una buena opción para añadir calidez a cualquier habitación y conseguir que el techo parezca más alto mediante las líneas verticales.
El mobiliario siempre se elige de color blanco, con pequeñas ornamentaciones y en ocasiones dando un aspecto de mueble restaurado. Los materiales empleados suelen ser madera, mimbre o forja. Las ventanas, a ser posible de estilo europeo con un arco en la parte superior, también tienen de color blanco el marco de madera, de esta manera la sensación de luz se multiplica.
Para los elementos decorativos es habitual la utilización lazos, jarrones con flores blancas o rosas, camelias, margaritas y dalias. También se han puesto muy de moda los corazones de mimbre para colgar en la pared, los farolillos con forma de jaula y los portarretratos vintage, todos ellos podemos encontrarlos en cualquier tienda dedicada al hogar.
El Naïf tiene características comunes con el Shabby Chic, estilo de decoración que tiene su origen en la época de las grandes casas de campo británicas. Las más evidentes son mezclar elementos antiguos con modernos, sin embargo este último es más sofisticado y en él se emplea a veces mobiliario más rústico y victoriano, así como cortinas o paredes de papel pintado donde los estampados florales son la clave. Las grandes lámparas de araña es otra de las diferencias, ya que en el estilo Naïf, suele optarse por otras más sencillas.
Este tipo de decoración ha proliferado en bodas, restaurantes y tiendas. Cada vez son más las parejas que deciden dar un toque dulce, desde las invitaciones hasta celebrar su boda en plena naturaleza, bajo una pérgola decorada con muchas flores y banderines en tonos pastel.
Y si el estilo naïf, ya era dulce de por sí, la llegada de la 'nueva pastelería' con el auge de los cupcakes y los macarons siempre acompañados de esos envoltorios cuidados hasta el máximo detalle, parece que han elevado la dosis de azúcar. La decoración en tonos pastel de algunas casas nos hace pensar que están inspiradas en ellos. Dos famosas cafeterías que sí lo están son Primrose Bakery en Londres y Ladureé en París, ambas encarnan a la perfección este estilo.