Vaya por delante que la sorpresa es doble: por un lado el hecho de que dormir durante el vuelo sea algo normal y que hasta deba exigirse. Vale, entiendo en un viaje tipo Londres - Singapur se pasan muchas horas y que tampoco durante todas ellas el avión necesitará que alguien "lleve el volante", pero si quieren que les sea sinceros, leer esto es algo que no va a contribuir a mi tranquilidad cuando me suba aun avión.
Y por el otro lado, que sea precisamente el silencio lo que impide dormir en el avión comercial más grande del mundo, cuyos cuatro motores desarrollan una potencia de unos 100.000 CV cada uno.
Esto me recuerda a lo que me contaba mi madre, que nació y pasó su infancia en un molino cuya ruidosa maquinaria estaba en marcha toda la noche y que les despertaba... cuando se paraba.
PD.1: La foto es de de la página web de la compañía Emirates.
PD.2: Vía Gadling.