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Glendalough, en el corazón de Irlanda

Si después de pasar unos días en Irlanda me hubiesen preguntado por un único lugar que me hubiese parecido verdaderamente especial e irrepetible habría dudado entre Glendalough y Newgrange.

Pero si hubiese tenido que elegir el sitio más encantadora e irresistiblemente irlandés no habría dudado un segundo en elegir Glendalough. Y es que estar en la pequeña ciudad – monasterio medieval, en mitad de un paisaje de un verde maravilloso e increíblemente intenso, con una luz absolutamente espectacular y con los cambios en el tiempo (llovió y salió el sol una docena de veces en un par de horas) te hace sentir de verdad en el corazón de Irlanda.

Vamos a ir explicando por qué Glendalough es tan especial: para empezar está en las montañas Wicklow, un paisaje más que verde, con cumbres nevadas e imponentes lagos por cuyas riberas se extienden enormes bosques de viejos robles cuyos troncos están cubiertos de musgo.

Y es un lugar en el que disfrutar tanto de ese paisaje que les describo como de un monumento muy especial: una pequeña ciudad monástica del S VI que es un excelente ejemplo de lo que eran este tipo de instituciones religiosas, muy importantes en la Edad Media, una época en la que prácticamente eran lo único parecido a asentamientos urbanos de Irlanda.

Glendalough tiene varios edificios de piedra, algunos en un estado de conservación francamente mejorable (aunque si pensamos que tiene cerca de 1500 años y que ya fue destruida en el 1398 tampoco esta tan mal), pero en cualquier caso esas piedras que se amontonan rotas aquí y allá, cubiertas de musgo y húmedas hasta parecer oxidadas le dan un aspecto romántico y encantador al conjunto que no tendría de haberse conservado mejor.

De entre todos las construcciones destaca una alta torre redonda que se ha convertido en uno de los símbolos de Irlanda. A sus pies, un antiguo cementerio (muy posterior al asentamiento monástico pero viejísimo) llena el suelo de tumbas, lápidas y cruces, muchas de ellas la típica cruz celta redondeada tan común en Irlanda.

Tumbas, lápidas y cruces que presentan un aspecto cuidadamente abandonado: vamos recorriendo el cementerio entre piezas de granito que se han caído aquí y allá o que cierran el camino un poco más adelante y se nos antoja que estamos en el escenario perfecto para ambientar la escena cumbre de una novela de terror gótico o para un duelo de El señor de Ballantrae.

Tan fuerte es la sensación, tanto concuerda lo que vemos con la Irlanda que hemos soñado, que disimuladamente acariciamos el granito de una desgastadísima cruz celta para cerciorarnos que el material bajo siglos de líquenes es granito y no cartón piedra. Sí, estamos en un sitio auténtico y no en un decorado preparado para turistas.

Un paseo por dos lagos

Si el tiempo o la calidad de nuestros chubasqueros lo permiten prolongaremos nuestra excursión paseando arroyo arriba hasta los dos lagos que completan el excepcional conjunto de Glendalough.

El camino es una serpenteante lengua de grava (detalle que le resta autenticidad pero que se agradece: si fuese de tierra con lo que llueve habría que ir con botas de pescar) que atraviesa un bosque absolutamente idílico de viejos robles altísimos y recubiertos de un musgo de un verde tan intenso que hasta un semidaltónico como el que esto suscribe se queda absolutamente deslumbrado.

La recompensa de nuestro paseo será doble: primero el lago inferior, más pequeño pero también muy bonito, parece el entorno ideal para unas vacaciones de película americana (algo así como En el estanque dorado, para que ustedes me entiendan).

Después, el Lago Superior, en el que la naturaleza es ya salvaje y amenazante. Profundo como un lago escocés y de un tamaño imponente, sobre todo para un español de secano como yo. La sensación es mucho más sobrecogedora, la distancia a la otra orilla y el agua de un color muy oscuro hacen que te quedes pasmado en la orilla, y en ningún momento se te ocurre pensar que eso sea un lugar en el que bañarse.

La lluvia y la magia

Si el día es como suele ser en Irlanda, o al menos como los que yo me encontré, lo más probable es que en la hora y media o dos horas que tarde en ir hasta el lago superior y volver les llueva un par de veces y salga el sol otras tantas.

Pero lugar de quejarse de lo loco que está el tiempo manténganse especialmente atentos en esos momentos: la atmósfera es purísima, el aire alcanza un grado de transparencia diferente y superior (no sé si esto es una chorrada, pero esa era la sensación que tenía) y la luz tiene una suavidad que parece acariciarlo todo.

Los colores, no sólo el omnipresente verde sino también el azul del cielo o el dorado con el que brillaba el agua de los lagos o el río, adquieren una intensidad muy poco común, hasta tal punto que parece que un Photoshop en nuestro cerebro hubiese subido la saturación de la imagen.

Les aseguro que sentirán que se encuentran en un lugar mágico, déjense llevar y disfrútenlo... antes de que llegue de nuevo la lluvia.

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17
comentarios
1 Carlos Suárez, día

Me gusta Irlanda por razones sentimentales y biográficas, pero además porque es muy bonita y merece la pena. Al ver las fotos que ha puesto en la galería, me parecía que estaba en Covadonga, camino de los lagos de Covadonga o en el camino de Santiago primitivo en Asturias (muy recomendable, muy, muy recomendable). Por otro lado y sin querer pisarle el reportaje, existe otro tipo de Irlanda, la del siglo XIX, eduardiana, con casas-hotel como la Ballyvolane House, cerca de Cork y que te ofrece tres días de pesca del salmón (cursillo incluido si no sabes). Con cena en mesa servida por mayordomo, con sandwiches en el río, con desayuno típico, en fín. También te sientes muy "irlandés" sin falta de visitar un cementerio.

2 Drizzt, día

Te falta decir que Glendalough, viene del irlandés y que significa Valle de los dos lagos. Coincido contigo. El sitio es especial. Hace un par de años estuve por allí en Semana Santa.

3 rosa, día

Tengo pendiente visitar este lugar, lo que no tuve tiempo de hacer el verano anterior...Pero me gustaría recomendar un sitio muy similar, con una gran paz y una atmósfera increíble: Clonmacnoise, tal vez menos conocido que Glendalough, pero igualmente maravilloso y fascinante.

4 habitat, día

¡Qué recuerdos! Yo estuve hace casi 29 años, en el verano del 83.

5 españolaenparis, día

Es cierto que Glendalough es digno de verse, pero me parece que el autor ha dejado volar un poco su imaginación. O eso, o ha estado en Irlanda en un año especialmente frío, porque eso de "las cumbre nevadas", teniendo en cuenta que la montaña más alta del país tiene apenas 1000 metros...

6 Carmelo Jordá, día

Hola a todos, En primer lugar y como siempre, muchas gracias por leer y por vuestras opiniones. españolaenparis, en las fotos no se aprecia bien porque era un día muy nublado y la visibilidad era mala, pero había montañas con nieve tras el segundo lago. Creo que no ha sido un año especialmente frío en Irlanda (el pasado sí lo fue) pero yo estuve en enero y en algunos momentos pasé un frío bastante espantoso, aunque reconozco que no no vi nevar sí vi la nieve. Carlos, por supuesto que hay otras irlandas y otros lugares en los que sentirse muy irlandés (un pub de Dublín, sin ir más lejos), no tuve la suerte de conocer la zona de Cork pero seguro que la que nos propones vale la pena. ¡Apuntado queda para el próximo viaje! Un saludo, Carmelo Jordá

7 Hrvln, día

Yo tuve un jefe de Cork encantado de que hubiera habido un Hitler y una chica de Wicklow encantada de que haya un Jameson. Los irlandeses pierden lo idílico cuando salen de su isla, supongo.

8 kote, día

Yo estuve el año pasado en glendalough y suscribo los comentarios, solo matizar que cerca de alli se encuentra uno de los mejores Pubs de Irlanda, el Jamie fox.creo que presume de ser el que esta al nivel mas alto sobre el mar.

9 Maria del Pilar, día

Artículo precioso. Hace años tuve el honor de conocer Irlanda, de la que me quedé prendada incluso con ese clima tan húmedo y fresquito incluso en verano. Lo recomiendo totalmente y en cuanto pueda volveré. La gente es encantadora y alegre. Buena cerveza y otros licores.Ah me encanta oirles cantar su música en las tabernas y pub

10 Junguer, día

Sitio precioso con sabor medieval y románico(si, a las islas tambien llegó el románico con un particular estilo), con esas curces célticas y esos bosques boreales. Si se quiere encontrar la verdadera esencia d eun país hay que ir a zonas rurales, tras la globalización todas las ciudades parecen iguales, no en su forma, pero si en su esencia, todas son babel. Por cierto, eso de que alguno ve dificil ver montañas nevadas en Irlanda por su escasa altitud es una tonteria, Irlanda tiene una latitud mucho más alta que España y a pesar de su clima totalmente atlántico y oceánico las temperaturas pueden ser muy bajas, de hecho el limite altitudinal para los bosques está bastante bajo, no es raro que en Irlanda nieve y haya fuertes olas de frío(no como en Suecia obviamente)

11 Bea, día

Debe ser una zona muy bonita. Yo onozco a fondo tod el oste de Irlanda. Y lo recomiendo a todo el mundo. Es una preciosidad

12 Carlos Suárez, día

Mi hija se paso un invierno en Tipperary y sí que vió nieve. No solo la vió sino que la sufrió. Tenía que ir al colegio muy tempranito y el frío era muy importante. ¡Vaya si vió nieve!

13 Andres, día

Si pillaste los años entre 1985 y 2007 pudiste llevarte la falsa impresion de que no nevaba ni en Irlanda ni en media Europa salvo en zonas de montaña y no como antes. Simplemente son ciclos, es normal que nieve esta bastante al norte aunque la temperatura es bastante mas suave por ser una isla y por la corriente del golfo, pero claro que nieva segun epocas y por latitud no le hace falta estar a 1000 metros, ej: en Bruselas nieva mas que en Madrid capital y esta a nivel del mar, eso sin necesidad de buscar capitales de mas arriba... Esta a tiro piedra de las borrascas que se forman en Islandia con lo cual le pueden entrar vientos del norte articos mucho mas facilmente que a la peninsula.

14 irlandesadeirlanda, día

Mis bisabuelos están enterrados allí en Glendalough, que efectivamente en gaelico se dice Gleann Dá Loc. Y el comentario del amigo que dice que los irlandeses están bien en irlanda pero fuera pierden su encanto, no es muy digno de un caballero español. Creánme, no lo perdemos, seguimos igual de encantadores e idílicos!

15 Kristen , día

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17 blanshi, día

¡Irlanda es una maravilla de país! Con muchas ganas de volver a viajar a Irlanda para hacer una ruta en coche y descubrir Glendalough. Se ve un lugar precioso y muy tranquilo.