Cádiz, hermosa en la bruma
No sé de donde viene lo de llamar a Cádiz "la tacita de plata", pero al conocer esta ciudad andaluza pensé en varias razones: por supuesto su forma más o menos redondeada y esa unión con tierra a través de una larga y estrecha lengua de tierra que recordaría al asa fina de una taza, pero sobre todo su belleza delicada y pequeña, llena de detalles.
La verdad es que, pese a que desde luego tiene una muy merecida buena fama, conocer Cádiz ha sido una agradable sorpresa, y eso que el tiempo tampoco acompañó mucho y, como verán en las fotos, tampoco pudimos disfrutar de días soleados en los que la ciudad brillase en todo su esplendor, aunque sí de una brumosidad húmeda que tampoco estaba mal en cuanto a fotogenia.
Pero con sol o con los adoquines de sus viejas calles húmedos y brillantes, la verdad es que pasear por la tacita de plata es una gozada, conocer sus viejas calles un placer, entrar en sus viejos bares vale realmente la pena y, por si esto fuera poco, la ciudad tiene un interesantísimo patrimonio monumental y cultural.
De torre en torre
Dentro de éste hay algunas peculiaridades que me han llamado la atención, sobre todo las famosas torres vigía, más de 100, que completan muchas de las casas de la parte vieja.
Quizá se pregunten ustedes cómo es posible que haya tanta torre en Cádiz, la razón es parte de la historia de la ciudad: estas torres se construyeron cuando era la sede del monopolio del comercio con América y, para los muchísimos comerciantes, enterarse al menos tan pronto como sus competidores de la llegada de la flota que venía del Nuevo Mundo significaba una gran candidad de dinero. Así que al hacerse sus casas tenían en cuenta tener buenas vistas sobre el puerto.
Una de esas torres se puede hoy visitar, pero su aspecto interior y su uso son muy distintos a los que eran entonces, aunque si nos paramos a pensar quizá no tanto. Se trata de la Torre Tavira, que además de unas estupendas vistas de la ciudad encierra una cámara oscura: un bonito juego óptico que nos permite ver toda la ciudad sobre una mesa en tiempo real, como si de una película se tratase.
Otra torre que se puede visitar es la de poniente de la Catedral. El templo es, por cierto, uno de los más curiosos que he visto en España, sobre todo por su ubicación tan cercana al mar que se diría que el propio diseño se ve condicionado por esta circunstancia, de forma que para lograr un templo lo suficientemente monumental se hizo más ancho que largo, y así la iglesia tiene una fachada tan amplia que resulta casi desproporcionada para su longitud.
Pero estábamos subiendo a la torre de poniente, que es la que se permite visitar hoy en día. El ascenso es más agradable de lo habitual en estas ocasiones gracias a que se hace a través de una rampa en lugar de la terrorífica escalera que se suele encontrar en estas lides. La vista una vez arriba es realmente notable, tanto de la ciudad y sus torres vigía como la costa y de la propia catedral y, sobre todo, de su peculiar cúpula de ladrillo dorado.
Y es que desde la lejanía probablemente lo más llamativo es esa cúpula amarilla, que tenía que dar fe de la riqueza de la ciudad. En cambio, hoy en día toda la parte alta de la Catedral da exactamente el mensaje contrario, ya que se utilizaron materiales de baja calidad en la construcción (¡ay las crisis!) y el interior tiene que cubrirse con unas redes para que no se desprendan partes y descalabren a un feligrés o un turista.
El malecón de San Sebastián
Desde la ambas torres se ve claramente la isla de San Sebastián, un pequeño islote fortificado situado frente a la playa de la Caleta. Ambos forman uno de los rincones de la ciudad que más me gustó, el primero por el espectáculo de las olas rompiendo contra la estrecha pasarela de piedra y, por supuesto, por las espléndidas vistas de la ciudad que ofrece.
Y la segunda porque fue de los pocos momentos en los que encontré algo de sol y por su edificio de madera blanca, con un aire que me recordaba a las playas del sur de Inglaterra. Se trata de un viejo balneario de principios de siglo, dedicado hoy a otros usos y que presenta un aspecto un poco degradado que, sin embargo, no le resta encanto.
La ciudad más antigua de Occidente
Ya para terminar, sepan ustedes, porque es un dato que creo que o bien no todos conocemos o bien no siempre recordamos, que Cádiz es la ciudad más antigua de Occidente: su historia se remonta más de 3.000 años. Hay importantes vestigios de ello, pero siendo el casco antiguo tan pequeño y, por su ubicación, imposible de ampliar, se ha ido amontonando lo nuevo sobre lo viejo y no es fácil encontrarlos.
La gran excepción es, por supuesto, el impresionante teatro romano, descubierto en una fecha tan tardía como 1980 y que ha resultado ser uno de los más grandes conocidos (se calcula que tendía una capacidad de 20.000 espectadores) y que es también el más antiguo de la península.
Y además de todo esto la ciudad tiene o debería tener un significado especial para los españoles, Cádiz es un símbolo de lo que fuimos (aunque fuese por poco tiempo) y de lo que podemos llegar a ser, y así lo sentí al pasear por sus calles, aunque no pude entrar en un Oratorio de San Felipe Neri que está siendo restaurado de cara al bicentenario de la Pepa en el 2012.
Esperemos que valga la pena.
Además de todo lo que describes, como liberal me encantó que la calle de la libertad desembocara en la plaza del mercado... por más que el mercado esté también restaurándose, si no recuerdo mal. A ver si en 2012 recupera su esplendor.
Pues a pesar de que le resulte Cádiz fotogénico en un día de temporal, no tiene ni punto de comparación con un buen día soleado de los muchos que disfrutamos, gracias a a Dios, a lo largo del año y para fotogenia se ha perdido usted una puesta de sol en La Caleta o desde el Campo del Sur. Un día de mar en calma, con nubes sólo las justas y al atardecer es todo un espectáculo. Otra vez será. (Ah, por cierto: el edificio del Balneario de la Palma -que así se llama- en La Caleta no es de madera sino de cemento).
El mercado ya está restaurado y en funcionamiento. Merece verse, con su aspecto de basílica romana rellena con los puestos. El problema de la degradación de la catedral no es el de que se utilizaran materiales de mala calidad, sino que se construyó en dos etapas diferentes, alejadas en el tiempo. En la primera fase, cimentación y zócalo, se utilizó piedra ostionera, porosa y resistente, característica de la zona. En la segunda, cerramientos y ornamentación, se decidió, bendito sea Dios, que la piedra autóctona no era suficientemente bella y se decidió utilizar otra, blanca, lisa, foránea. Pero el viento, la humedad y la salinidad no entienden de esas cosas y ahí está el resultado. Creo que no hay remedio. En todo caso, hay que decir que es una catedral bellísima, hermosa y digna de ser visitada y admirada.
Soy de Huelva, y Cádiz es nuestra hermana. Cádiz, con tres mil años de historia, es la ciudad con más solera de España. Pasear por sus calles es una gozada. Tiene un emplazamiento único. Es la cuna de Democracia española. Napoleón no pudo entrar en Cádiz, pero si hubiese entrado, se hubiese rendido a sus encantos. Con razón dijo Manuel Machado que Cádiz tiene la salada claridad.
Creo que ademas de todo lo escrito, fue la cuna de los Tartessos, lo de Tacita de Plata sería por que allí hubo mucha plata y antes de 1492 de venir barcos de America del sur, vinieron de Grecia mil años antes de Cristo que se llevaban nuestra plata a cambio de enseñarnos a injertar y podar nuestros actuales cultivos.
Preciosa la Tacita de Plata. Y los digo desde una joya como Salamanca. Su emplazamiento es único, sus múltiples torres, sus placitas, callejuelas y jardincitos. Y sobre todo el saber estar de sus gentes. Chapó por Cai.
Hay que tener cojones y ser malahe para hacer un reportaje fotografico de Cadiz y no poner ni una sola foto del emblematico Castillo Santa Catalina, justo tocando a la playa de la caleta. ¡¡¡manda huevos!!!!
yo y mi familia estuvimos en Cádiz en el puente de la Constitución y me enamoré de la ciudad, por bella y por lo que representa. No obstante cuando pienso en Cádiz me duele pensar en que Cádiz representa el sueño frustrado de la auténtica Andalucía, cosmopolita e ilustrada, ¡¡¡ maldito siglo XIX !!!
Yo creo que una vez que visitas Cádiz sientes eso que dicen allí de que el gaditano nace donde le da la gana. Yo soy de Salamanca pero... mi Cai!! ay mi Cai!!! es mi casa, donde me pierdo, donde sueño y donde espero algún día terminar. Y sus carnavales, sus letras, ... yo conocí Cádiz por las letras de sus coplas y ellas me llevaron a la tacita. Gracias Paco Alba, gracias.
Cadiz es la ciudad más bonita del mundo, siempre que puedo voy a visitarla una o dos veces al año, da igual en verano o en invierno con frio, calor lluvia, viento, es un encanto de ciudad solo ir y pasear por sus calles es el mejor regalo que me puedo hacer y mientras pueda lo seguiré haciendo.
Y eso que no la habeis visto desde el mar. Tengo la suerte de tener un velerito (un bote con un trapo) y rodear Cádiz desde Puntales al Faro de San Sebastian es mi travesía preferida. Sobre todo cuando la marea permite pasar tranquilo por la canal antigua, muy cerquita de la Alameda Apodaca y el Baluarte de la Candelaria, por donde navegaban los grandes navíos de línea, Churruca y su San Juan, Gravina con el Príncipe de Asturias, Uriarte con el Santísima Trinidad... ¡pa'morir!
Soy manchego pero adoro Cádiz, no sólo la ciudad sino toda la provincia: Conil, Zahara de los Atunes, Arcos de la Frontera, Jerez... y su gente. Es obligatorio visitar la ciudad más antigua de España, conexión con América, donde se gestó la inolvidable constitución de 1812.
¡Qué alegría ver tantos lectores de LD hablando de Cádiz, Ciudad Constitucional! Una ciudad puerto de tartesos que se hizo mercantil con los fenicios, aventurera con América y liberal por la Constitución. Merece la pena ver el Museo de Cádiz con los sarcófagos antropoides púnicos y sus Murillos o Zurbaranes; o los Goya de la Santa Cueva y el Greco del Hospitalito. Pero satisface andar por esas mismas calles por donde deambularon tantos pueblos y tantas razas durante todos esos tres mil años de antigüedad. Y ver acostarse el sol sobre la mar en sus atardeceres eternos. O la luz de su cielo. Y tomar algunas copitas en sitios inverosímiles donde puedes encontrarte cualquier día al otro cartaginés, Pérez Reverte. Y no dejar de pasear por sus 7 kilómetros de grandes playas atlánticas de blancas arenas probando algunos de sus mariscos. Y es que Cádiz es tan propia que puede que sea la única ciudad capital de provincia a la que se tiene obligatoriamente que acceder por dos parques naturales...
Desde la primera vez que fui a "Cai"(1976)vuelto siempre que puedo(cada año mas o menos)y siempre tengo la misma sensación NO ME QUIERO IR. Todo me gusta...todo,todo.
gracias por vuestros comentarios. Soy de Cádiz, de la calle Libertad, y como no podía ser de otra manera...liberal. He colaborado en alguna ocasión con Libertaddigital y con La Ilustración Liberal. Si queréis algo de por aquí, escribidme.
Magníficas fotos y acertados comentarios. Felicidades. Mi correo es rzaragozap@ono.com.
Castillo de S. Sebastian, humedo y frio donde pasé un mes y medio aprendiendo el juego de los barquitos. Luego lo pusimos en práctica con los 152,4 que lo rodean. Hicimos algo de ruido, en verdad. Pero el paseito hasta el castillo se hace eterno cunado faltan menos de 10 minutos para retreta...
Cádiz. Callecitas y gentes en una tacita de plata. Por horizonte, un mar inmenso y en sus esquinas un calor cercano. Siendo granadino comprendo que el estar unido a un paisaje, una ciudad o unas gentes, engrandece el alma, cuando en la lejanía te trasladas con el recuerdo. Cádiz, es una perla perdida en la arena y sus gentes el aderezo de mil colores que derrama su gracia salina por el inmenso mar que la acaricia. Siendo de Granada, también en la distancia me duelen los sentidos cuando recuerdo los mil rincones de su belleza y encanto. Será que la Andalucía oriental y la verdadera Andalucía, son únicas en la particularidad de sus gentes, costumbre y paisajes.
Cádiz es de un parecido admirable con el malecón que bordea el litoral de la capital cubana-Ciudad de La Habana- rumbo oeste, dejando atrás la Habana Vieja, que también al igual que el casco antiguo de San Juan, Puerto Rico hay lugares que dudas y te preguntas: ¿Dónde estoy? Estupendas fotos Sr. Jordá. Saludos.
Como gaditano es agradable leer tanto halago de mi ciudad. Es hermosa, sí.
Por tierra, puede accederse a Cádiz a través de dos únicos lugares: el Puente Carranza, que la une con Puerto Real, y el itsmo de Cortadura, que conduce a San Fernando. Ambos son trayectos dignos de recorrerse. El puente -ahora se está construyendo otro- cruza la Bahía de Cádiz y una de sus patas nace junto a los astilleros. Desde allí bombardeaban los franceses, creo. Es muy bello el paisaje. Sin duda prefiero el otro, el que va y viene en tre Cádiz y San Fernando: si vienes de esta última (antigua Isla de León y donde en 1810 se abrieron las Cortes que luego dieron en Cádiz la Constitución del l2), a la derecha queda el saco de la Bahía, con sus salinas y marismas. Y a la izquierda, una vez pasada Torregorda, está el Atlántico. La franja de tierra es estrecha e imagino que para el que la recorre por primera vez debe ser my singular.
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La belleza de Cádiz se ve arropada por todos los municipios de la provincia. Desde la sierra hasta la Costa de la Luz con sus innumerables vistas y paisajes. En nuestro último viaje de vacaciones por Cádiz nos alojamos en Conil de la Frontera alquilando el apartamento a través de la web http://www.conilapartamentos.es. Conil fue nuestro punto de partida para conocer Cádiz de arriba a abajo. Hicimos la ruta de los pueblos blancos, paseamos por las calles de Vejer de la Frontera y nos bañamos en su magnífica playa del Palmar, conocimos las ruinas de Baelo Claudia de Bolonia, hicimos surf en Tarifa, disfrutamos del cariño y arte de los gaditanos con su carnaval de verano, ... La verdad que fueron unas vacaciones apasionantes. Para repetir.
Preciosa Cádiz con esos rincones que enamoran a todo turista que se precie. La provincia en general es preciosa. Hay de todo, playas como la del Palmar https://www.vejerdelafrontera.org/playa-el-palmar/ o playas como las de Conil o Bolonia son una maravilla. Estamos deseando volver el verano que viene para seguir conociendo nuevos lugares como Chiclana de la Frontera o Zahara de los Atunes. Nos vemos pronto Cádiz!