Cabo de Peñas: así de bello puede llegar a ser el mar
Después de atravesar algunas aldeas minúsculas, de que el GPS me llevase por caminos de cabras venidos a más, tras algunas revueltas indebidas e inesperadas llegué al Cabo de Peñas, o mejor dicho, llegué al viejo faro que desde lo alto custodia la costa.
Como queriendo postergar un poco el placer, entré en el Centro de Interpretación que hoy ocupa la que fuera casa del farero. Un ratito viendo la curiosa exposición, un poco de conversación con la mujer en la entrada y ya, por fin, me encaminé al borde de los acantilados. ¿Ya? Bueno, hagamos un par o tres de fotos del faro, ahora que la luz no es mala del todo...
Y después, por fin, la roca se abre a mis pies para dejarme ver, muchos muchos metros más abajo, un mar de un azul intenso que aquí y allá es turquesa y allá y aquí de un hermoso verde. A la derecha, las enormes rocas que forman el extremo más al norte del cabo, a la izquierda una sucesión de impresionantes acantilados.
Una parte de la zona está perfectamente acondicionada para que cualquiera la visite, con vallas de madera que nos mantienen a una corta pero razonable distancia del precipicio. En ese tramo son posibles incluso las visitas escolares, pero si seguimos el pequeño camino hacia la izquierda salimos de la zona segura y podremos asomarnos al borde mismo del abismo.
Así que con mucho cuidado, algo de vértigo y un poco de miedo fui siguiendo la senda y haciendo fotos, pese a que el sol estaba más bien en mi contra y la ligera bruma tampoco ayudaba.
Pero el paisaje y el lugar son tan impresionantes que nos impactan más allá de las condiciones concretas del día en el que lo visitemos, o de las horas a las que pasemos por allí, sea con mar calma o con la mar embravecida, aunque he de admitir que me encantaría verlo en un momento de grandes olas.
Y después de un buen paseo lo mejor es terminar la visita en el Cuatro Vientos (creo recordar que ese era el nombre, que me pareció muy apropiado) un pequeño café que está prácticamente en el borde mismo del acantilado.
No esperen encontrarse un chiringuito para turistas porque, a pesar de que el lugar es más apropiado para eso que para otra cosa se trata de un bar de paisanos, de esos en los que la familiaridad entre clientes y dueños es tal que les da para insultarse, siempre amistosamente, cuando discrepan del tiempo que hará mañana.
Allí, a salvo del viento y entrando un poco en calor casi abrazados a un café con leche podemos despedirnos tranquilamente de uno de los paisajes más hermosos de la costa asturiana.
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El GPS tiene ese problema. Te dirige por los caminos mas cortos, pero no los mejores. No distingue si están asfaltados... Lo digo para que nadie piense que no hay carretera hasta el Cabu Peñes. Por lo demás, perfecto. Una descripción preciosa y acertada, que describe uno de mis lugares preferidos de mi tierra. Emocionate, cuando hace poco que uno tuvo que trasladarse a Madrid a vivir
Preciosas fotos de un lugar incomparable. En días de tormenta se hace difícil caminar por ahí pero es una sensación única enfrentarse a los elementos en lo alto de esos acantilados.
Buena descripción del lugar.Es un lugar muy bonito y especial. A mí me causa mucha melancolía y tristeza. Se me encoge el corazón cuando voy allí. Es como un lugar mágico, donde algo, que pudo haber sucedido hace mucho tiempo, hubiera hecho que el reloj se parara en este lugar. Aquí sólo importa el paisaje, el tiempo es una variable que carece de importancia. El mar, el viento, las rocas y los prados bien verdes son los "dueños" del lugar. SALUDOS.
¿Cabu Peñes? Vamos, no jodas.
Joer Carmelo, qué exagerao eres. Para ir desde Avilés al Cabo es... todo recto por una comarcal pasable, y desde Gijón... todo recto también con más de medio trayecto por autovía. Debes tener un GPS de ahorrador de esos...
Un lugar de mi tierra donde no sobrecogerse por la belleza del paisaje y la grandeza del lugar es imposible. Sensación de tristeza y de libertad que se entremezclan. Muy buen reportaje, Carmelo.
Un buen reportaje de un lugar especial, pero no entiendo, como es posible tener el sol en contra para las fotos, el faro está en un cabo (saliente) en una costa del Norte con el sol siempre hacia el Sur...
Resido en C. Real y de todos los lugares de España y prácticamente he trabajado en casi toda ella, si tuviera que ir a vivir forzosamente en algún lugar sería Asturias, por sus paisajes, por sus gentes, por su bebida y como no por su comida, mi primer trabajo fue en Turon a la cuenca minera allá por el 1.968, y posteriormente en Oviedo, S. Esteban de Pravia y esa ria preciosa y esos paseos por Cudillero y Luarca, y finalmente Candas y esos paseos por Perlora y Luanco y puedo decir que conozco Asturias como la palma de la mano.
Lugar maravillo, mágico,... En mi caso también aparecen sentimientos encontrados de felicidad y melancolía. Que buenas tardes he pasado en la zona. Además del "Cuatro Vientos" está el restaurante "Casa Maravilla" en el Ferrero. Simplemente excelente. Más que recomendable.
Una penita no tuvieses un día completamente despejado. Podrías ver tal como gran parte del pasado febrero un enorme tramo de la costa asturiana a Oriente y Occidente y toda, toda la Cordillera Cantábrica nevada desde Picos de Europa hasta las sierras occidentales. Sí, uno de los más bellos lugares de Asturias (no muy apto para los que padecen vértigo a los cantiles de 100 metros de cáida)
Me he emocionado, el pueblo antes de llegar al faro se llama Ferrero, aqui naci yo, y de pequeño me dormia con los destellos de el faro, ya que antes no existian las persianas, eran contraventanas, entrando la luz a traves de ellas, y reflejandose en el techo, que recuerdos...es un paraiso, para vivir tranquilo, con productos de la mar super frescos y naturales..MARAVILLOSO, desde el acantilado de el faro, mirando al horizonte, se observa en el horizonte la curvatura de la esfera terrestre, en fin un ABRAZO para todos mis paisanos y mi familia. Las fiestas son el 14, 15 y 16 de Agosto, y se celebra el festival de la LLampara (lapas de mar) Un Abrazo Juan Manuel
Fantástica costa sin ninguna. Sin ánimo de pecar de chauvinista, no es la cuestión, la costa más impresionante y salvaje de la península ibérica la tenemos en Galicia, concretamente entre Cedeira y Cariño, en la sierra de A Capelada, con el acantilado más alto de la Europa Continental (614 metros) y alturas que van entre los 400 y los 600 metros. Si la costa del Cabo Peñas es alucinante, ésta que os cuento es de otro planeta.
Hola Carmelo, cómo te va? La verdad que es divino este lugar, es algo increíble!! después de leer tu artículo busque fotos y más información. Quiero conocerlo personalmente!!! Yo soy de Uruguay, aquí también hay unas playas hermosas para conocer, así que estas invitado cuando quieras!! Te dejo aquí un vídeo del Faro de Cabo Polonio con un recorrido virtual por una de nuestras tantas playas, espero que te guste!!! Saludos desde Uruguay para todos!!
Hola, soy Valeria de Uruguay nuevamente. Me olvide de enviarte el link!!! (pequeño detalle) Aquí te dejo el vídeo!! http://uruguay360.com.uy/uruguay/rocha/faro-de-cabo-polonio Saludos desde Uruguay!!
Estimados, es fotografía! Gracias por difundir nuestro trabajo! Saludos!
Siento decirte que has tenido muy mala suerte con el día escogido, porque aunque pueda extrañar al Cabu Peñes hay que ir o un día de sol de espatarrar en el que ves medio mundo desde alli, o un día gris, cubierto y con tormenta. Pones un buen chubasquero que te quite lo mayor y echas un ratín entre truenos y relámpagos. Eso que poca gente se atreve a ver si que es único. Saludos.