Piscomar, la auténtica cevichería peruana en el centro de Madrid

Cocina con Libertad, carajo!!! Así reza en la puerta del restaurante del que os vengo a hablar hoy y que podría dar que pensar que es un argentino, pero no. Termino este periplo veraniego en el que fue el primer restaurante del chef Jhosef Arias, Piscomar, una auténtica cevichería peruana en pleno centro de Madrid. Con una privilegiada ubicación –Carrera de San Francisco, 15– y con una terraza con vistas a la Real Basílica de San Francisco el Grande.

Fue hace más de 10 años cuando este peruano decidió compartir con madrileños y visitantes la vasta cultura gastronómica del país andino y lo hizo con gran acierto. Tanto éxito ha cosechado durante estos más de dos lustros que Jhosef Arias ya cuenta con otros cinco restaurantes por la capital de los que ya os he hablado en Libertad Digital y que podéis consultar pinchando en cada enlace: su restaurante de cocina nikkei Hasaku, los mejores pollos a la brasa de Humo, una muy buena cocina criolla en Callao 24 y el templo de las tapas peruanas ADN Origen Perú, que lo tengo pendiente.

Basado en una cocina centrada en los pescados y los mariscos, Piscomar se presenta como una auténtica cevichería en plena capital madrileña. Su propuesta se centra en trasladar al mismo Perú a su clientela a través de un viaje con el paladar gracias a su cocina marinera y al cóctel nacional del país por excelencia: el pisco.

Así que brindando como tú y yo sabemos con un delicioso Pisco Sour (10€), degustamos un muy buen ceviche sabe a Perú (23€), su ceviche clásico elaborado con corvina, boniato, cancha, cebolla y bañado en leche de tigre y crema de ají amarillo.

Con una carta inspirada en la diversidad y riqueza de los ingredientes peruanos, cada plato es una celebración de la tradición y la innovación, fusionando técnicas ancestrales con toques contemporáneos. Y dentro de su carta puedes probar bocados típicos peruanos como la causa limeña o decantarte, como fue nuestro caso, por la conchita parmesana (18€ 5 unidades), unas sorprendentes y ricas zamburiñas aliñadas con zumo de lima y salsa Perrins y tapadas con parmesano rallado gratinado a fuego muy alto para que se quede una costra crujiente.

La carta de vinos no es muy extensa pero vas a encontrar alguna referencia que sea de tu agrado. Nosotros elegimos un vino blanco Habla de ti (21€) para seguir saboreando el Perú más auténtico. El atento servicio de Piscomar nos sirvió el acertado plato seco norteña (19,5€), una cadera cocinada durante dos horas, con cilantro, chicha de jora y un poco de cerveza rubia, como base le ponen frijoles blancos y la acompañan con salsa criolla y arroz blanco.

El local es amplio y luminoso, decorado con vistosos y coloridos murales que saben a tradición peruana, mesas bajas y altas para todos los gustos y una barra donde también puedes picar su carta. Además de la terraza ya señalada que conviene reservar si quieres disfrutar de estos platillos al aire libre.

Con la ‘panzita’ llena y el ojo contento fruto del pisco y el vino, probamos el arroz con mariscos (22€), elaborado con una base de salsa madre y un poco de cerveza rubia, perfumado con cilantro y con el toque de los mariscos es una opción más arriesgada, sobre todo si eres un amante de los extraordinarios arroces que se hacen en España y te esperas algo así. No es ni una paella ni un arroz caldoso, así que está bien que lo pidas si sabes lo que te vas a encontrar.

En estos once años, Piscomar se ha convertido por derecho propio en un referente de la gastronomía peruana en la capital. Además de su local, su ubicación en pleno histórico barrio de los Austrias, le hace el lugar idóneo para degustar las delicias preparadas por su chef Jhosef Arias con un ticket medio de 30€. Tienes un completo menú degustación por 42€ en el que probarás lo más selcto de la carta y también la opción delivery para saborearla desde la comodidad de tu casa.

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