A punto de cumplir un año de vida, Voraz se está convirtiendo en un restaurante que acapara fieles seguidores que acuden a probar las bondades de una carta generosa, tradicional y con el toque de fusión para que guste a todo el que cruce su puerta llena de bolas de colores y tentáculos.
Es la última apuesta del Grupo DO EAT! de Diego Pérez Crespo y Jaime Arteaga, que unen su experiencia en el mundo de la restauración con la maestría en la cocina del chef colombiano Pedro Cardona.
El local ha sido diseñado por el arquitecto Álvaro Oliver Bultó. Desde que ves la puerta te das cuenta es que es un espacio elegante y cosmopolita en el que cobra protagonismo los productos típicos de la tradición española, sin que falten toques de modernidad como las grandes figuras de papiroflexia que flotan sobre la sala o el sorprendente escaparate de entrada que recibe al visitante con una clara invitación lúdica a disfrutar de todo lo que hay tras sus puertas.
Porque voraz no es sólo el apetito con el que llegamos todos a un restaurante, es el besugo andaluz del estrecho que preside la sala y que nada en las confluencias del mar Mediterráneo y el océano Atlántico.
El chef se ha pasado media vida en los fogones de Casa Salvador, en Cullera, de donde ha adquirido la excelencia como maestro arrocero con elaboraciones en paella ejecutadas con las técnicas más puristas de Valencia y Alicante. Pero no sólo de arroz vive Voraz, aunque daremos cuanta uno de ellos, como no podía ser de otra forma.
La carta, como decíamos es variada, en la que destaca la materia prima de calidad, de temporada y las elaboraciones sencillas para que los sabores no se difuminen en un sin fin de ingredientes. Las zamburiñas con habitas baby, huevo de corral a baja temperatura y patata a la brasa revelan otro de los secretos de la cocina de Pedro Cardona, la cocción a baja temperatura. Uno de los platos más recomendables de la carta, perfecto también para compartir, es el mortero de pulpo a la brasa con boniato asado y ajo negro. Y si eres fan del pescado, las cocochas de bacalao al pilpil con torreznos crujientes de la casa son un mar y montaña que no puedes dejar ni en la carta ni en el plato.
En la interesante carta obra de Cardona, en la que algunos entrantes tienen la siempre socorrida opción de la media ración, también encuentras ensaladas, tacos de black angus, bao de rabo de toro, steak tartar y una gran variedad de carnes y pescados, por si no quieres saborear alguno de los cinco arroces y una fideuá que prepara.
Para quien no quiera una pieza de carne o de pescado también tiene la opción de comer un delicioso canelón gratinado de pintada con salsa de boletus, pero los carnívoros preferimos dar cuenta de un espectacular lomo de vaca al carbón con guarnición de puerros y patatas fritas triple cocción. Los pescados también están muy buenos, especialmente el rodaballo braseado con judías baby, trigueros y tirabeques salteados.
Curiosamente, en la carta no te sirven el voraz, ese besugo del sur de España, pero lo puedes comer en un exquisito arroz con voraz, trompetas de la muerte y boletus, sin duda todo un manjar que te lo presentan en una mesa supletoria y te lo emplatan delante de ti. También hay paella de pato, de pollo y conejo, marinera, arroz con bogavante azul y la fideuá negra con chipirón.
Todas con el sello y la experiencia de quien ha estado más de 20 años preparando paellas en la Comunidad Valenciana y que también se pueden pedir para llevar.
Los postres también destacan en Voraz, caseros, con una deliciosa tarta árabe fuera de carta, y con opción para celíacos. La carta de vinos es variada y no demasiado extensa. En definitiva, este restaurante ubicado en el número 25 de la calle de Fernando el Santo, en pleno barrio de Almagro, cumple su primer año en abril y es perfecto para familias, amigos y parejas, además de contar con una pequeña terraza y con un ticket medio que ronda los 40€.
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