El amor no entiende de regalos, de fechas o de dinero, entiende de caricias, abrazos y besos y puede llegar a cualquier hora de cualquier día de cualquier año. Sin embargo, cuando llegue mejor que sea en un lugar donde decir ‘te quiero’ sea recordado siempre.
Además, San Valentín está marcado en todos los calendarios, sea para bien o para mal. Hay gente a la que le encanta el Día de los enamorados y demostrar el amor por su pareja y otros, en cambio, consideran que es un invento de las grandes corporativas y un signo más de capitalismo.
Sea como fuere, su historia se remonta al siglo III en Roma: San Valentín fue un médico que casaba a los soldados, a pesar de que dicho voto estaba prohibido por el emperador, que lo consideraba incompatible con la carrera de armas.
Si eres de esas parejas que celebra San Valentín y no tienes ideas sobre qué puedes hacer para este año y quieres una escapada romántica a algún lugar de España, en Libertad Digital te damos algunas ideas. Lugares con aire romántico donde decir un te quiero suena espectacular.
Ribadeo, Lugo
Ribadeo es uno de esos pueblos gallegos que irradia romanticismo por todas sus calles, solamente tienes que visitar algunos rincones como el Faro de la Isla Pancha, observar las panorámicas del pueblo desde la ría de Eo o visitar la Playa de las Catedrales.
Lugo es un paraíso lleno de acantilados, cuevas, arcos de piedra y corredores. Ideales para perderse en ellos y hacer miles de fotografías. Además, si tu pareja es más de estómago que de vista no hay ningún problema ya que Ribadeo es el templo del pulpo, pide una generosa ración y acabaréis la fiesta de la mejor manera posible.
Lagos de Covadonga, Asturias
Seguramente más de uno hayáis estado de día y hayáis disfrutado de uno de los sitios más turísticos de Asturias pero, por la noche, es un enclave salvaje e idílico en los Picos de Europa. Con el tiempo adecuado y un poco de paciencia, en su cielo podrás disfrutar del espectáculo de luz más bello que hayas visto jamás.
¿Por qué? Porque cuando se disipa la bruma que flota sobre el Enol y el Ercina, aparecen ellas, las estrellas, que se antojan guardianas de una definida Vía Láctea. Si uno no se emociona al ver semejante obra de arte puede empezar a preocuparse, además, no hay nada más romántico que tumbarse con tu pareja a ver las estrellas.
Cangas de Onís, Asturias
Nadie puede negar el romanticismo que irradia el puente romano de Cangas de Onís, con su mítica Cruz de la Victoria colgando sobre el río Sella. Este pueblo de la Asturias profunda esconde muchos rincones para descubrir en pareja.
Sólo hay que perderse por sus calles, su animada plaza del mercado o palacios como el de Pintu. Es el inicio perfecto para un día lleno de aventuras pasando también por los Lagos de Covadonga o el broche ideal a una jornada de andar. Con este paisaje natural sentiréis que vuestro amor se vuelve aún más profundo.
Cudillero, Asturias
Terminando ya nuestra ruta por Asturias no podemos irnos sin visitar Cudillero, un auténtico anfiteatro frente al mar que no puede faltar en nuestra escapada romántica. Cudillero tiene magia en todas sus calles pero tiene varios sitios clave, la Plaza de la Marina desde donde se pueden ver las famosas casas de colores colgando en las tres laderas. Tampoco debemos perdernos la Ruta de los miradores o el Faro de Cudillero donde podremos hacer preciosas panorámicas del Cantábrico.
Cudillero está construido sobre unas colinas en un puerto, por lo que hay que mentalizarse para encontrar muchas cuestas. Pero merecerá la pena, porque cada casa es de un color y se convierte en una cascada arcoíris que cae hacia el mar. En la orilla están algunos de los mejores restaurantes de marisco de la región.
Santillana del Mar, Cantabria
De Asturias pasamos a Cantabria, cómo no, donde encontramos hermosos pueblos que quizá no sean de los más turísticos pero están llenos de encanto y magia. Santillana del Mar es uno de ellos, es perfecto para una escapada rápida sin agobios.
Santillana es un pueblo medieval tremendamente romántico donde puedes sentir que viajas en el tiempo entre sus calles, palacios y colegiatas. Prepara bien la batería del móvil porque podrás hacer cientos de fotografías para el recuerdo.
San Vicente de la Barquera, Cantabria
San Vicente es otro de los pueblos con encanto del litoral cantábrico. Es un pueblo de marineros en un enclave tan antiguo como los Picos de Europa, además, tiene una de las vistas más impresionantes de la costa cantábrica. Es el perfecto comienzo para un viaje de fin de semana ya que, a pesar de poder perderte por sus calles sin problemas, se ve de manera rápida y puedes viajar a muchos lugares desde aquí.
Parque Güell, Barcelona
La ciudad condal tiene para cientos de viajes y en cada uno encontrar algo nuevo que te vuelva a enamorar de ella, pero, sin duda, lo más característico junto con la Sagrada Familia es el Parque Güel. ¿Qué se puede decir que no se haya dicho ya de este parque de colores que atesora Barcelona? Disfruta de la peculiar interpretación de la naturaleza que en él hizo el arquitecto Antoni Gaudí, máximo representante del modernismo catalán.
Eso sí, no olvides pedir permiso a su dragón antes de subir a disfrutar del paisaje urbano desde el mirador de su plaza, sin duda alguna uno de los lugares de la ciudad que más turistas ha enamorado y una de las mejores escapadas de San Valentín en España.
Tossa del Mar, Gerona
En la costa catalana se alza el Conjunto Medieval de Tossa del Mar, cuya belleza convierte a esta villa en un lugar magnífico para compartir en pareja. Sus calles empedradas adornadas con arbolillos y enredaderas, sus maravillosas calas, sus casas centenarias de piedra y la poderosa muralla construida en el siglo XIV casi intacta.
Todo ello pone el perfecto telón de fondo para una cita romántica donde convertiros en príncipes y princesas. ¿Apetece una bañito? Si sois de esos valientes que no teméis al frío y os podéis dar un chapuzón en pleno invierno, sin duda, podrás disfrutar de un rato en el agua con tu pareja y seguir teniendo unas vistas inigualables.
Besalú, Gerona
No sabemos qué tienen los pueblos medievales que atraen irremediablemente a todos los enamorados... serán sus castillos, sus puentes de piedra, sus murallas, sus estrechas callejuelas y esa magia histórica que te atrapa desde el primer momento.
Su mayor atracción es el Puente Medieval, lo primero que se ve al llegar a la ciudad. Pero también su monasterio ofrece una visión única, convirtiendo a este pueblo de montaña en una belleza en la que merece la pena perderse. Si quieres un pueblo donde perderte en una historia de amor al más puro estilo Juego de Tronos, sin duda, es este.
Astorga, León
Astorga tiene una de las pocas obras que Gaudí hizo lejos de su tierra natal: El Palacio Episcopal. Un lugar hiper romántico para todo enamorado. Su aspecto es como un castillo con almenas, miradores y un foso, donde lucen tres esculturas diseñadas por el propio Gaudí.
Convertido hoy en sede del Museo de los Caminos, es un buen comienzo para conocer esta ciudad que esconde otros bonitos rincones como la iglesia de San Bartolomé, la Catedral, la Casa Granell o el ayuntamiento, de estilo barroco. Para comer, prueba su famoso cocido maragato, su bacalao al ajo arriero o su magnífica cecina. Subirás directamente al cielo.
Aranjuez, Madrid
Aranjuez, Real Sitio y Villa, desprende mucho amor. Y para comprobarlo hay que visitar su bonito palacio, caminar de la mano por sus jardines, los más bellos de España, y disfrutar de interminables paseos entre pequeñas joyas del Barroco y el Neoclásico. Sentirás que estás en un lugar muy especial y al perderte entre sus calles podrás hacer miles de fotos para el recuerdo. Para después, dar un paseo en barco por el Tajo con tu pareja, tanto de día como de noche, o reservar mesa junto al río para una velada romanticona.
Pedraza, Segovia
Para entrar dentro de la muralla de Pedraza sólo hay un camino: la Puerta de la Villa. Atravesarla es como entrar en una máquina del tiempo, en un viaje a la época Medieval. Y es que esta villa parece haber mantenido su espíritu intacto, con sus calles empedradas y su singular arquitectura.
Se encuentra a tan sólo 40 kilómetros de Segovia y es uno de los pueblos más bonitos de la provincia. Razón suficiente para hacer una escapada íntima y especial. Toma nota: si quieres sorprender a tu pareja, planea visitar el pueblo en la Noche de las Velas, a principios de julio. Todo el pueblo se ilumina con miles y miles de velas. Es impresionante y extremadamente romántico.
Huerto de Calixto y Melibea, Salamanca
Nadie olvida en Salamanca cuál fue el escenario que Fernando de Rojas puso a disposición de los personajes de su Celestina. Por eso, el huerto de Calixto y Melibea sigue siendo uno de los lugares más buscados de la ciudad. Ahí sigue, donde antaño estuvo ubicada la muralla, a la vera del literario río Tormes, abrazando los besos furtivos de las parejas que lo visitan. En primavera cuando se abren las flores está sumamente en cantador.
Jerte, Cáceres
Si a tu pareja le gustan las flores, el Jerte es tu destino. Hay pocos lugares donde la primavera se vive como lo hacen en este pueblo del norte de Cáceres que da nombre al valle. Este año como además no está lloviendo probablemente si vas por San Valentín encuentres los cerezos en flor, no todos, pero muchos seguro que sí. Normalmente, entre el 20 marzo y 10 de abril aproximadamente es cuando millones de cerezos en flor cubren con un manto de pétalos blancos todo lo que tenemos ante nosotros. El mejor lugar para contemplar este espectáculo natural es el puerto de Tornavacas.
Otro paisaje espectacular es el que ofrece la Garganta de los Infiernos, mientras que las piscinas naturales de Los Pilones te proponen un refrescante baño rodeado de montañas. No pierdas la oportunidad de probar las cerezas y alguno de los productos elaborados con este fruto de forma artesanal.
Sevilla
Es una de las ciudades más bellas de toda España. Sus calles enladrilladas la llenan de color, de luz y en ella el verano siempre parece que llega antes. Su arquitectura mudéjar, árabe y del Renacimiento te atrapará, incluso si no eres un experto en la materia. ¿Necesitas más razones? La comida es barata y las noches tienen ritmo flamenco.
Otra opción es perderse por las empedradas calles que configuran la antigua Judería de Sevilla. Con toda seguridad, al doblar la esquina menos pensada acabarás dando con ese lugar en el que tener un momento especial. Si no tienes tiempo que perder, búscalo directamente en la Placita de la Santa Cruz, un coqueto ágora ajardinado que late al pulso del tablao flamenco que se ubica en su interior. Ideal para parar el tiempo unos momentos junto a tu enamorado o enamorada. Mucho más romántico que colgar un candado del todo a cien en el Puente de Triana, por muy bonita que se vea desde allí asomarse a la Torre del Oro en el Guadalquivir.
Granada
No hay nada como ese encanto envejecido de Granada, que invita a perderse por sus callejones y no parar de mirar al cielo, donde la Alhambra aparece al doblar cada esquina. Es una ciudad pequeña, baratísima y perfecta para urbanitas y amantes de la naturaleza, con Sierra Nevada a una tirada.
Sin embargo, si en Granada hay un sitio para el amor a la hora en que se marcha el sol, ese es el Mirador de San Nicolás. En lo alto del Albaicín, a más de 700 metros sobre el nivel del mar, se sostiene este gran balcón de piedra que regala una inmensa panorámica de la siempre bella Alhambra. Cualquier pareja que suba hasta aquí tendrá el honor de jurarse amor eterno con uno de los edificios más emblemáticos de Andalucía como testigo, un enorme complejo de sabor morisco que es Patrimonio de la Humanidad desde 1984.
Atardecer entre Ibiza y Formentera, Islas Baleares
Con el mar en calma, cualquier punto entre Ibiza y Formentera a eso del atardecer puede ser uno de los lugares más románticos de España. Más concretamente, cualquier punto entre Ibiza y Formentera sobre el Mediterráneo, orientado hacia el oeste y observado desde la cubierta de alguna embarcación. Date un capricho y navega mientras se esconde el sol entre rojos, naranjas y amarillos, hasta que las estrellas cubran por completo tus velas. Ese horizonte será difícil de olvidar, convirtiendo al lugar en una de las mejores escapadas de San Valentín.
Garachico, Tenerife
Un pueblito pesquero que también invita al amor es Garachico , en Tenerife. Las razones son muchas: sus piscinas naturales rodeadas de lava, su coqueto Castillo de San Miguel, sus casi 20 iglesias y sus alegres plazas como la de la Pila y la de la Libertad. Todo hace de Garachico un lugar más que encantador.