Helado o fruta, fruta o helado. En numerosas ocasiones optamos como postre por la opción menos sana de estas dos pero realmente no hay necesidad de elegir, aunque un capricho de vez en cuando no es nada malo tampoco.
Sin embargo, no tiene por qué ser necesario renunciar a un helado bien frío por comer una pieza de fruta. Desde Libertad Digital proponemos que toméis nota de esta receta que consiste en un rico helado de sandía, cremoso y fresquito, ideal para las tardes de verano.
Ingredientes (para ocho raciones):
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60ml de nata líquida
- 1 rodaja de sandía (150gr)
- un yogur natural (125gr)
Preparación:
Lo primero de todo es cortar la sandía en un círculo perfecto, para después quitar la cáscara, también formando un círculo, y una vez separada la cáscara de la carne, cortamos la parte roja de la sandía en cuadrados pequeños.
La fruta troceada la pasamos a un recipiente donde debemos triturarla y mezclarla con el yogur, también se puede añadir un chorrito de nata para que sea más fácil mezclarlo.
Después clavamos palos de polo en la corteza de la sandía. Vertemos el contenido de la mezcla en el interior de la cáscara de la sandía. Una vez tenemos toda la mezcla le podemos añadir chispas de chocolate a modo de pipas de la sandía y lo metemos al congelador.
Una vez congelado, al cabo de unas tres horas, se saca del congelador, sino cuando vaya a ser consumido, y se corta en porciones como si fuera una pizza y a disfrutar.