Con dos islas distinguidas por la calidad del cielo para contemplar las estrellas, Iriomote y Kozushima, Japón despunta como destino astronómico gracias a la ausencia de contaminación lumínica que permite contemplar fenómenos naturales como la lluvia de perseidas con total claridad durante las noches de agosto. Una experiencia que se puede completar alojándose en unas treehouses o casas en los árboles.
Japón es un país de contrastes, desde su capital, la megalópolis Tokio, donde al anochecer sus coloridos carteles luminosos alumbran las calles, hasta pequeñas villas en mitad de la naturaleza como Achi, donde son las estrellas las que toman el relevo al sol. Es en estas últimas donde el stargazing conquista a todo aquel que lo vive una vez.
Stargazing, la contemplación de las estrellas
Si hay un lugar en Japón que se erige como la localidad por excelencia para disfrutar de la observación de las estrellas, esa es Achi, en la prefectura de Nagano. Su situación geográfica y la calidad del aire la hacen distinguirse con la denominación de Star Village y cada año atrae a miles de turistas. El mejor punto para sumergirse en la Vía Láctea en este municipio se encuentra en la cima del pico Fujimidai, en la estación de esquí Heaven Sonohara, una parada obligatoria que no deja indiferente a ninguno de los viajeros que la visitan.
Otro de los puntos que dejan sin aliento cuando se observa el cielo estrellado se encuentra en el archipiélago de Okinawa: la isla Iriomote. Su Parque Nacional Iriomote-Ishigaki ha sido nombrado el Primer Parque de Cielo Oscuro de Japón (International Dark Sky Park) y el segundo del continente asiático. Con vistas ilimitadas al cielo, este municipio está comprometido con la prevención de la contaminación lumínica y, además, ofrece una experiencia completa sin salir de la zona: playas paradisíacas y arrecifes de coral por el día y constelaciones por la noche.
El segundo destino japonés que también ha sido distinguido como Parque de Cielo Oscuro (International Dark Sky Park) es la isla volcánica de Kozushima, administrada por el gobierno metropolitano de Tokio, después de que el pasado verano cambiasen más de 400 farolas a LED para cumplir con la nueva medida de contaminación lumínica. A tan solo 45 minutos en vuelo o cuatro en ferry de la capital del país nipón, la cumbre del Monte Tenjo o las suaves arenas de la playa de Nagahama son dos de los lugares ideales para observar las estrellas cuando cae el sol. Pero si hay una fecha marcada en el calendario esa es a mediados de agosto cuando el cielo se ilumina con la lluvia de meteoritos Perseida. Entre 45 y 100estrellas fugaces por hora que se pueden disfrutar con total claridad desde Kozushima.
Treehouses, los cielos estrellados de Japón
Para una experiencia completa de observación de las estrellas, la opción de alojarse en unas treehouses o casas en los árboles se vuelve un imprescindible. Basadas en la sostenibilidad y cuidado con el medio ambiente, escondidas en la naturaleza subtropical de Okinawa se encuentran las Treeful Treehouse Sustainable Resort, un conjunto de cuatro cabañas diseñadas para mimetizarse con el ambiente. Con vistas a un bosque de árboles banyan y ficus, disfruta al anochecer del cielo más estrellado de la zona, pero cuidado, es el hábitat de los Ryukyu, una especie de murciélago autóctono que se encuentra en peligro de extinción.