Que Madrid es el mejor puerto de España es algo más que un dicho, es una realidad y eso lo comprobamos en restaurantes como Puerto Lagasca, un precioso local de aspecto marinero ubicado en el barrio de Salamanca -calle Lagasca, 81- y en el que el chef Paco Carrascosa cuida el producto con mimo.
Nada más subir las escaleras de acceso al local te olvidas del bullicio de la capital y te sumerges en esos restaurantes típicos de la costa mediterránea. Desde la entrada, con la barra y mesas altas donde poder disfrutar de un aperitivo, en esta caso nos sirven unos dados de queso con aceite y una tortilla de patatas como a mí me gusta, con el huevo poco cuajado, hasta el salón principal con su decoración en la que el blanco y el azul, junto a los espejos, te invita a sentarte y seguir disfrutando. Por lo que presta atención y no te quedes sin probar las delicias que prepara día a día el chef Carrascosa. También puedes aprovechar estos días y noches de verano para probar estos manjares en la terraza.
Una de ellas son las 'papas arrugadas' con mojos canarios (picón y verde), un homenaje al canario Pepe Caldas, dueño de Puerto Lagasca y de Taberna Los Gallos, ubicada en el madrileño callejón gastronómico de Puigcerdá. Las pequeñas patatas están asadas en su perfecto punto y los mojos canarios -para mi gusto mejor el picón que el verde- hacen que te las comas una tras otra, así que cuidado si compartes no te vayas a quedar sin ellas.
En época estival no podía faltar el salmorejo con virutas de jamón ibérico, de elaboración perfecta y con un sabor delicioso en el que la combinación de ingredientes no deja que los más fuertes, como el ajo, destaque sobre los tomates.
En esta casa siempre hay pescados, platos del día y sugerencias del chef. Nos muestran un mero a la brasa con espárragos blancos y verdes que se come con los ojos y un arroz caldoso con almejas y mero que queda apuntado para próximas visitas.
Aunque pronto se te olvida todo cuando el chef te deleita con un foie escabechado con sus verduras. La textura y el sabor de este placer culinario que se remonta al antiguo Egipto te sigue atrapando en este viaje.
Y como se trata de cuidar y elaborar con mimo el mejor producto que viene del mar o del campo no podía faltar un exquisito tartar de atún rojo Balfegó, con una base de ensalada de algas wakame y unos crujientes de wasabi que no pican. También puedes disfrutar de los langostinos salteados con guacamole y espuma de mango. De nuevo la cocina de autor del chef hace que el sabor de los alimentos ligue a la perfección y la mezcla del marisco, con el guacamole y el mango es, simplemente, perfecta.
Y si a estas alturas del artículo sigues salivando y con hambre, espera a probar el rissoto de setas porque te vas a morir del gusto. Delicioso, con el arroz perfecto de punto, untuoso y con el parmesano y las setas dejando que tu paladar disfrute en cada bocado. Los dados de solomillos al chimichurri con 'papas arrugadas' y pimientos de Guernica también están riquísimos. Con el punto de la carne perfecto que acompaña al sabor de la salsa untada previamente sobre el solomillo.
Para terminar la experiencia gastronómica en Puerto Lagasca probamos la riquísima tarta de queso hecha al momento con salsa de frambuesa que, aunque requiere un tiempo de espera de 15 minutos, si sabes que la vas a tomar puedes encargarla previamente para que te la sirvan en su momento justo.
El mejor servicio y la mejor gastronomía con un producto de calidad y a un precio asequible en un restaurante típico de la costa mediterránea pero ubicada en el barrio más selecto de la capital. Sin duda es para repetir y no una vez.
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