La Ribera del Duero burgalesa es una de las grandes rutas con viñedos únicos en Europa, poblada por muchas pequeñas localidades históricas donde el pasado nunca ha dejado de tener importancia y que nos permiten reencontrarnos con una manera de vivir pausada y disfrutar de los pequeños detalles, la buena comida y el buen vino. Entre estos pueblos destaca Peñalba de Castro, muy cerca de la Colonia Clunia, nada más y nada menos que las ruinas romanas mejor conservadas de Europa y también localidades como Peñaranda de Duero o Moradillo de Roa.
Situado en el límite sur de la provincia de Burgos, lindando con Segovia, Moradillo de Roa permanece en un cerro de amplias vistas al horizonte donde dominan los campos de cereales y las plantaciones de viñedo. Como todos los pueblos de la línea fronteriza del Duero en la Reconquista, allá por el siglo X, Moradillo se pobló con entidad en el siglo XI tardío formando parte de la línea limite de avanzadilla del valle del Riaza.
Lo curioso de este pequeño pueblo apartado, en el sur del territorio que conforma la denominación de origen Ribera del Duero, es que en él viven casi doscientos vecinos, aproximadamente el mismo número de bodegas que presume tener este municipio ribereño burgalés.
La conexión entre Moradillo de Roa y el vino viene del pasado y en la actualidad ha cobrado una gran importancia para el futuro de la zona y de la localidad, que a primera vista, pasaría desapercibido de no ser porque está situado sobre un pequeño montículo repleto de pequeñas bodegas subterráneas, ubicación que le da el singular carácter.
Moradillo conserva un conjunto homogéneo admirable con más de ciento cincuenta bodegas, la mayor parte de ellas con sus contadores (Caseta o merendero de entrada a la bodega) y muy bien conservados. En el propio casco urbano del pueblo hay un buen conjunto de lagares y de bodegas como suele ser habitual en todas la poblaciones de la Ribera.
La existencia de senderos englobados en las rutas de pequeño recorrido por la Ribera del Duero invitan, con todo lo anterior, a visitar este modesto pero imperdible y sorprendente rincón meridional de nuestra provincia de Burgos donde todas las familias tienen o han tenido viñedos y actualmente queda una decena de ellas que se sigue dedicando profesionalmente al vino.
Sin embargo, en las últimas décadas muchas de esas bodegas que se utilizaban de forma particular para la crianza de vino, habían quedado en desuso y se habían ido deteriorando. En algunos casos, se habían reconvertido en merenderos donde se reunían amigos o vecinos con cualquier excusa para celebrar una buena comida regada por su mejor vino.
El mejor vino tinto de España 2020
Además de su conjunto histórico y sus rutas enoturísticas, esta localidad castellana puede presumir de ser la cuna de una de las estrellas dentro del firmamento vinícola mundial. El Legaris Moradillo de Roa ha entrado a formar parte del selecto club de los 30 mejores vinos del mundo que cada año selecciona el International Wine Challenge, convirtiéndose en el mejor tinto español de este año según este certamen, junto con el Granbazán Limousin 2017 y el Lustau Oloroso VORS 30, en las categorías de blanco y Jerez.
El reconocimiento de International Wine Challenge tiene especial valor al considerarse uno de los certámenes más imparciales al catar todos los vinos que se presentan, miles de representantes de los cinco continentes.
Este afamado vino es elaborado exclusivamente con la variedad Tinto Fino. Las uvas proceden de un viñedo de unas dos hectáreas con unos 20 años de antigüedad que está localizado en Moradillo y ubicado a 973 metros de altitud.
Es destacable también que todo el conjunto histórico de este pueblo burgalés, conocido como El Cotarro, ha sido recuperado y se ha convertido en un destino enoturístico sostenible de primer orden, que le ha valido el premio Patrimonio Europeo a la Conservación de Europa Nostra 2020.