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Así es La Graciosa, la isla que se ríe del coronavirus

A la isla canaria no han llegado el asfalto ni el coronavirus y es una gran desconocida para el turismo de masas.

La Graciosa | Pixabay

"Aparece graciosísima a la vista, tanto por su forma, como por el sitio en que está", escribió sobre La Graciosa el primer conquistador de Canarias, Juan Bethencourt.

Y debió de hacerlo borracho de paraísos, como quien intenta recuperarse del primer sobresalto tras encontrarse con tantas maravillas canarias y ya no sabe qué nombre ponerle a las cosas (o a las islas) para estar a su altura.

Kelu Robles entrevista a la guía de turismo oficial Esther González en un nuevo episodio del podcast de viajes Kelugares para descubrir los secretos que se esconden tras los 29 kilómetros cuadrados de La Graciosa, una isla detenida en el tiempo: el agua corriente no llegó hasta el año 1985, la electricidad no lo hizo hasta 1990, el tráfico de coches está prohibido y la vida transcurre entre pescadores, playas y volcanes con personalidad graciosera.

Para escuchar este y otros viajes radiofónicos, suscríbete al podcast Kelugares, un espacio sonoro libre de confinamiento.

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