Los postres elaborados con calabaza son todo un clásico. No solo en Valencia, donde es tradicional, sino también en las más variadas épocas del año, desde Halloween (época en la que están más maduras) hasta primavera, época del año donde se plantan las semillas de la calabaza.
La calabaza da mucho fruto y sirve para todo el año. Es rica en carótenos y antioxidamentes, y por tanto, muy necesarios en nuestra alimentación. Ayuda a prevenir el cáncer e incluso a mejorar la salud ocular.
Pero sobre todo, está muy buena. ¿Empezamos?
INGREDIENTES:
-5 huevos
-0'5 Kg. de azúcar
-0'5 Kg. de calabaza asada o cocida
-250 ml. de aceite de girasol o de oliva.
-0,5 Kg. de harina de repostería.
-Cuatro papeles dobles de gasificante para repostería tradicionalmente denominados gaseosas. Cada papel, tiene dos sobres, uno azul con el componente básico (bicarbonato) y otro sobre blanco con el ácido (ácido málico o tartárico), que al mezclarse en un líquido y junto a la acción del calor, reaccionan proporcionando el gas.
-Ralladura de corteza de limón
-Canela en polvo
ELABORACIÓN:
Lo primero es forrar el molde con papel de horno y que el papel sobresalga del borde para darle más altura a la lata y el bizcocho pueda desarrollarse sin desbordar la lata. Hay que tener en cuenta que la mezcla hace a bizcocho doblar su volumen una vez se hornea.
Una vez el molde está forrado, en un bol o cuenco aparte, echamos los huevos, el azúcar, la ralladura de limón o canela al gusto y lo mezclamos sin batir mucho. Una vez mezclado, es el turno de la calabaza y el aceite.
Por otro lado, mezclamos con las manos el contenido de los cuatro papeles de las gaseosas con la harina ya pesada.
Después hay que sumar la harina con el gasifican al batido de huevos, azúcar, calabaza y aceite anterior. Con las mismas varillas de batir, lo mezclamos hasta que no haya grumos. Si vemos que la mezcla queda muy espesa podemos echar algo de agua.
Ahora ya solo nos queda verter toda la mezcla en el molde e introducirlo en el horno a una temperatura aproximada de 200ºC. Si pinchamos con un cuchillo en el centro y sale limpio y sin masa adherida será el momento de sacarlo.
Cuando esté frío es hora de servir. Quitamos el papel con el que hemos forrado el molde y lo ponemos en una bandeja o plato. No te olvides del toque final de azúcar glas.