Lucca es una ciudad italiana con personalidad propia. Famosa por sus elevadas murallas renacentistas, aún en pie y en muy buen estado de conservación, que rodean su centro histórico, sus viejas calles de adoquines, que rebosan ambiente y vida, han visto pasar decenas de generaciones a través de los siglos y esa herencia es su mayor tesoro. Una parada urbana en la Toscana que merece la pena ser visitada con tranquilidad, por su gran cantidad de atractivos monumentales, su gastronomía y el placer de pasear y perderse por sus callejuelas medievales.
Lucca, ciudad de mercaderes y artistas, rebosa historia y arte en cada esquina. No sólo por sus impresionantes iglesias, sus torres o plazas, esta ciudad del norte de Italia es un joya en sí misma. Cualquier vivienda particular, tienda o empresa suele estar construida sobre siglos de historia, casi desde el antiguo Imperio Romano, algo que se percibe con un detallado vistazo a sus muros. Es muy recomendable alzar la vista, de vez en cuando, mientras se camina disfrutando de su arquitectura, tiendas y restaurantes, para descubrir algún detalle artístico o recuerdo de otra época.
Situada a 80 kilómetros de Florencia y a 20 kilómetros de Pisa, Lucca, que cuenta con unos 85.000 habitantes, es una ciudad imprescindible en una ruta larga por la Toscana a la que hay que dedicar, al menos, dos días. Esta ciudad es conocida por sus torres y por sus iglesias, aunque perderse por sus callejuelas, dentro de la muralla, es otro de sus atractivos más genuinos. La provincia de Lucca deriva del antiguo departamento homónimo que pertenecía al Gran Ducado de Toscana y que fue creado en el año 1849 cuando se anexionó Lucca a la Toscana, aunque en esa época tenía algunas diferencias territoriales con la provincia actual. Lucca fue la ciudad-estado italiana más extensa en permanecer independiente a lo largo de los siglos (junto a Venecia)
Principales monumentos y lugares más turísticos
La Plaza del Anfiteatro, el punto de referencia de Lucca, es una plaza romana que se construyó sobre las ruinas romanas del antiguo anfiteatro. Es la postal más famosa de la ciudad. En la imagen se puede apreciar la parte exterior de la Plaza del Anfiteatro donde aún se ven los restos de los muros de la construcción romana de la época. Además se observa cómo la calle exterior mantiene la forma ovalada de la antigua construcción.
Otro de los lugares de interés histórico artístico es, sin duda, la maravillosa Catedral de San Martín de Lucca, decorada con un exterior pisano-románico y un elevado campanario. En el interior del templo se puede descubrir un tesoro pictórico como la Última Cena de Tintoretto. Es verdaderamente destacable el impresionante techo de la nave central de la catedral, del que cuelga una enorme cruz.
La Basílica de San Frediano es una de las iglesias católicas más antiguas de Lucca, de estilo románico, se encuentra ubicada frente a la plaza homónima. Su impresionante fachada y torre destacan entre los edificios.
Lucca es sinónimo de Giacomo Puccini y de ópera. Junto a la Via di Poggio nos encontramos con la Casa Museo de Puccini, (presidida por una estatua del músico). El compositor nació en esta casa, donde se conservan objetos personales, su piano y es un lugar perfecto para acercarse a la figura de este gran músico.
En otro punto de la ciudad, cerca de la Puerta Elisa, las fachadas de la Via del Fosso son particularmente pictóricas y evocadoras. Una parte de Lucca, más alejada del corazón de la ciudad pero que merece la pena ser paseada.
Tras cruzar la Piazza San Giovanni y callejear por la Via Cenami y Via Roma se llega a Via Santa Lucia, donde se encuentra la Iglesia de San Miguel in Foro, ubicada en el lugar donde estaba el foro romano.
Las torres son un apartado especial en Lucca. Entre las pocas que quedan en la ciudad (hubo más de cien) destaca con diferencia la torre Guinigi, con la curiosidad de que sobre ella crecen varios robles. Los 230 escalones de esta curiosa torre de ladrillo son pocos para admirar, desde lo alto, la belleza de esta ciudad italiana de la Toscana.
Lucca es famosa por su muralla renacentista, acabada en 1660, un óvalo completo de 4.200 metros de longitud y 30 de anchura reforzado por 11 baluartes bien conservados, que rodean el centro histórico de la ciudad, algo inusual en las ciudades de la zona. Es costumbre entre los vecinos un paseo matinal o vespertino recorriendo la parte superior de la muralla, ahora un bonito paseo bien acondicionado. Un recorrido ideal para hacer deporte o dedicar tiempo para pasear tranquilamente sin temor a ser molestados.
Gastronomía y algunos extras que ofrece la ciudad
Son casi innumerables los restaurantes, trattorias y pizzerías en los que poder disfrutar de la gastronomía típica Toscana y de la propia ciudad italiana. El amante de la comida italiana (entre los que me incluyo) verán cumplidas sus mejores expectativas culinarias en en los establecimientos de esta urbe con tanta personalidad. Son destacables dos restaurantes situados en el casco histórico: Gli Orti, en Via Elisa, que sobresale por dar un toque de modernidad y originalidad a sus platos, siempre sobre el recetario de la cocina toscana clásica, y Antica Locanda dell’ Angelo, en Via Pescheria, un establecimiento que ofrece una gran experiencia gastronómica con un excelente y muy atento servicio. Un restaurante tranquilo, casi escondido, perfecto para una cena en pareja. Uno de esos sitios que suelen ser frecuentados por comensales locales, por algo será.
La ciudad alberga el Lucca Summer Festival todos los años y se ha hecho muy famoso gracias a la presencia de músicos de renombre como Eric Clapton, Roger Waters, Tracy Chapman o Santana que han cantado en la Piazza Napoleon.
También es sede del Lucca Comics & Games, el festival internacional dedicado a los cómics, animación y juegos de Lucca, uno de los más prestigiosos del mundo.
Además, durante el mes de octubre se celebra uno de los eventos más apetecibles de todo el año, Il Desco, la feria especializada en gastronomía donde acuden decenas de productores locales.