El sector de los cruceros turísticos está cambiando a gran velocidad, al igual que el concepto clásico de viajar. Prueba de ello es que hace pocos años no había, por poner dos ejemplos, el asistente virtual para ayudar a los clientes o la wifi a bordo y por supuesto, no existía la gran flota de barcos que actualmente surcan los mares de todo el mundo.
El pasado mes de noviembre partía el Grandiosa, desde Barcelona, un nuevo mega crucero de la compañía MSC Cruceros, el primer barco que puede enchufarse al sistema eléctrico de los puertos cuando está amarrado, permitiendo apagar los motores auxiliares. Todo un avance en el sector.
Además de su avanzada tecnología, este último barco de la compañía italiana y suiza incorpora una amplia zona de lujo, el MSC Yacht Club, que ya es una marca propia consolidada dentro de la empresa. Es muy notable la diferencia al pasar de la zona clásica para clientes en general a la parte exclusiva de uno de estos barcos. Ya desde antes de embarcar en un megacrucero serás recibido por un mayordomo y un conserje que estarán a disposición del cliente las 24 horas del día. Después de pasar por el embarque prioritario este mayordomo especializado en lujo te llevará a tu camarote, hecho de mármol y madera, que cuenta con una cama con sábanas de algodón egipcio. Es el caso del nuevo MSC Grandiosa y su zona exclusiva de lujo, a la que pudo acceder Libertad Digital el día de su presentación en España, llamada MSC Yacht Club, un verdadero yate dentro de un crucero.
Una puerta de cristal, desde la que se intuye lo que hay al otro lado, completamente cerrada para el resto de clientes del crucero, es la frontera que separa la exclusividad del resto del pasaje. Al acceder a la recepción y el hall de este club de lujo sobre el mar, es posible apreciar la calidad de los materiales utilizados para la decoración del mismo; como las paredes de madera de nogal con decorados de Alcántara o un elegante suelo de parqué veteado con mármol amarillo de Siena, además la escalera que conecta la Cubierta 15 de la sala de recepción, Concierge Lounge, con la Cubierta 16 se posa sobre un mosaico de San Lorenzo, construido con mármol de Siena y cristales de Swarovski.
Esta zona, altamente personalizada, incluye servicio de mayordomo, salón panorámico (Top Sail Lounge) y un área privada con piscina (The One Pool). Incluye, a su vez, un Cocktail Bar y un área de servicio de restaurante.
Al llegar al camarote el mayordomo que tengamos asignado preguntará a los pasajeros si desean que les deshagan el equipaje. Otro ejemplo del nivel de detalle y atención de este tipo de producto es que cada mañana, incluso durante la navegación, los mayordomos entregarán a los pasajeros un original de la prensa del día, según indica la compañía.
En el caso de ser un gran aficionado a las compras este paquete vacacional en el interior de un crucero de nueva generación te permitirá reservar una tarde privada de compras en las tiendas de a bordo, fuera de su horario habitual de apertura y en compañía de tu mayordomo para cargar con las bolsas.
Además, en la Cubierta 18 del MSC Yacht Club hay un área de piscina privada y además acceso directo y reserva prioritaria al MSC Aure Spa para los pasajeros del MSC Yacht Club. Los tratamientos exclusivos y salas VIP estarán disponibles durante todo el crucero.
El sector crucerístico está evolucionando a marchas forzadas y prueba de ello son las botaduras de barcos con capacidad inferior a 500 pasajeros, pequeños cruceros-hoteles exclusivos sobre el mar. En el caso de MSC Cruceros, naviera ítalo-suiza, firmó un acuerdo con el astillero Fincantieri por más de 2.000 millones de euros para construir con cuatro barcos de lujo, cuya fecha de botadura para el primero de ellos es el 2023. Los otros tres saldrán al mercado a razón de uno por año. Otro ejemplo es el proyecto de Ritz-Carlton, la conocida compañía hotelera, que ha construido en Vigo uno de los barcos crucero de más lujo sobre la Tierra y está esperando ser inaugurado.
Por otro lado, aunque completamente relacionado con el concepto de lujo, es la proliferación de las islas privadas para cruceros, algo realmente destacable en el sector. Lugares como Coco Cay de Royal Caribbean o la apertura de Ocean Cay de MSC Cruceros están cambiando las reglas del juego y actualmente casi todas las grandes navieras constructoras de cruceros tienen en su cartera islas privadas donde el concepto de marca propia se mezcla directamente con el entorno natural.