El tren de Flåm está considerado como una de las atracciones turísticas de Noruega y no es para menos teniendo en cuenta la espectacularidad de su recorrido, entre las montañas del interior y uno de los fiordos más bellos del mundo, como colofón final.
El Tren de Flåm ha sido elegido en varias ocasiones, por revistas especializadas en viajes, como uno de los viajes en tren más bonitos del mundo, discurriendo desde el final de Aurlandsfjord, un afluente de Sognefjord, hacia las altas montañas, donde se encuentra la estación de Myrdal.
Este viaje lleva a los viajeros desde la pequeña localidad de Flåm, situado a nivel del mar junto al fiordo de Aurlandsfjord, hasta lo alto de la estación de montaña de Myrdal, a 867 metros por encima del nivel del mar, y durante los 20 kilómetros de recorrido es posible sentir la fuerza salvaje de la naturaleza, ver ríos que atraviesan profundos barrancos, cascadas que se precipitan desde empinadas montañas.
Esta es una de las líneas de tren con un ancho de vía normal con más pendiente del mundo, un dato importante, teniendo en cuenta que añade, si cabe, aún más espectacularidad al trayecto, ofreciendo una panorámicas que deja sin aliento al mirar, casi sin parpadear, a través de las grandes ventanas del tren.
La localidad de Myrdal es también una de las paradas de la línea de ferrocarril de Bergen, la segunda ciudad más importante de Noruega, lo que permite la conexión entre el tren de Flåm y otros trenes del país de los fiordos.
En la pequeña localidad de Flam, punto final de llegada del tren noruego, una impresionante vista se abre ante los ojos de los viajeros: paredes de cientos de metros de alto donde las cascadas de agua bajan atronadoras, el contacto con el inmenso fiordo y la frondosa naturaleza noruega mezclándose con los pocos edificios del pueblo. El pueblo, de unos 500 habitantes, que parece sacado de un cuento de hadas, recibe casi medio millón de visitantes al año desde cruceros y otros medios de transporte.
El recorrido del tren se puede hacer tanto en invierno como en verano, aunque en Noruega la temperatura es considerablemente baja en comparación con el sur de Europa, en verano la experiencia de disfrutar de la vista desde el interior del vagón se agradece. El trayecto del tren de Flam es un ramal de la también espectacular línea Bergen Railway que une Oslo con Bergen a través de las montañas noruegas.