El Alcalde de Zalamea es una fiesta popular que se basa en una de las obras más importantes del Siglo de Oro español y en la que actúan o colaboran todos los vecinos del Zalamea de la Serena de manera entusiasta año tras año.
Son los propios vecinos de Zalamea de la Serena los que dan vida a la obra teatral de Calderón de la Barca en la Plaza de la Constitución del pueblo, durante la segunda quincena del mes de agosto - este año entre el 21 y el 24- rememorando así la historia de la localidad.
Además del teatro, esos días las calles de Zalamea de la Serena se llenan de fiesta. Los vecinos, de todas las edades, recrean un mercado artesanal y un mercado infantil en el castillo y en las calles de arribalavilla –la zona más antigua del pueblo-, en el que también se encuentran todo tipo de personajes propios de la época: ciegos y lazarillos, trovadores y pasacalles…
Teatro e historia
En el Alcalde de Zalamea Calderón narró el drama ocurrido en Zalamea de la Serena alrededor de 1580, cuando llegaron las tropas españolas de Felipe II al pueblo con motivo de la guerra de Portugal.
La historia se inicia cuando el capitán Don Álvaro de Ataide se aloja en casa de Pedro Crespo, vecino rico del pueblo. Don Álvaro rapta a la hija de Pedro Crespo y la viola. Pedro Crespo, nombrado alcalde de Zalamea, intenta enmendar la ofensa del capitán, haciendo que se case con su hija, pero Don Álvaro la rechaza por considerarla de clase inferior y los villanos tienen que servir al rey y a sus nobles.
Es entonces cuando Pedro Crespo replica: "Al rey la hacienda y la vida se le ha de dar, pero el honor es patrimonio del alma y el alma sólo es de Dios". El alcalde manda prender a los agresores, que son juzgados. Don Álvaro es declarado culpable y es ejecutado, mientras el pueblo se levanta en armas contra los soldados.
Felipe II llega a Zalamea y revisa la actuación irregular de Pedro Crespo, pero la ratifica por considerarla justa y nombra a Pedro Crespo alcalde perpetuo de la villa.
Una representación popular y especial
En la representación de El Alcalde de Zalamea intervienen más de 500 vecinos de Zalamea como actores, figurantes y colaboradores. Se puede afirmar que el pueblo entero se vuelca con ella.
Este esfuerzo y un sentimiento único hacen de la obra algo muy especial: que los actores son los descendientes de Pedro Crespo y de aquellos vecinos de Zalamea que se alzaron contra la injusticia.
Además, también los hechos se reproducen allí donde ocurrieron: el escenario se sitúa en la Plaza de la Constitución, junto al Distylo Romano y la Iglesia de Nuestra Señora de los Milagros. Este entorno abierto se divide en diferentes espacios que permiten albergar a más de 400 actores y figurantes, caballos, rebaños de ovejas y todos los elementos propios de la época en la que se desarrollaron los hechos.
Además de las representaciones de El Alcalde de Zalamea tienen lugar una serie de actividades paralelas muy interesantes, como el Mesón de Don Crespo, situado en la Plaza del Cristo. Un mesón ambientado en la época que además ofrece a los visitantes agradables veladas con música tradicional y diferentes representaciones del teatro del Siglo de Oro.