El presidente se encontraba exultante tras su visita a la Casa Blanca. La reunión con Barack Obama había sido "un éxito" según el Gobierno y el propio Mariano Rajoy se declaraba "muy contento". En este contexo, Rajoy decidió darse un festín junto a sus asesores más próximos en un carismático restaurante de Washington: el P. J. Clarke’s, fundado en 1868 en la ciudad de Nueva York.
La escena la reproduce el diario ABC. Rajoy y su séquito ocuparon dos mesas del local mientras que los miembros de seguridad se situaron estratégicamente. Los camareros no se percataron de que se trataba del presidente del Gobierno de España. No hubo dudas a la hora de pedir: una hamburguesa con cucurucho de patatas fritas y cerveza local. El precio, unos 20 dólares por cabeza.
El jefe del Ejecutivo se sentó junto a Carmen Martínez Castro, Álvaro Nadal, Jorge Moragas, Gonzalo de Benito, Alfonso Senillosa y Jaime García Legaz. Todos despacharon animados , al término, Rajoy reconoció que tenía muchas ganas de comer una hamburguesa.