Ingredientes:
- 1.4 K de carne picada (600 g de cerdo, 800 g de ternera)
- 3 rebanadas de pan de molde sin corteza
- 1 cebolla pequeña
- 2 cucharaditas de café de sal
- 1/2 cucharadita de café de pimienta molida
- 1 huevo
- 150 ml de leche entera
- 4 remolachas medianas cocidas y cortadas en rodajas o remolachas en conserva danesas
- 8 patatas medianas cocidas
- 150 ml de aceite de oliva virgen
- Para la salsa:
- 300 g de caldo de carne
- 30 g de harina
- 15 g de mantequilla
- 1 cucharadita de colorante danés kulør
Elaboración:
Se mezcla bien la carne picada en un bol o cuenco grande. Salpimentar. Picar la cebolla muy fina, dorarla en algo de mantequilla hasta que quede translúcida. Dejar enfriar y añadir a la carne.
Romper el huevo, añadirlo a las rebanadas de pan que previamente han pasado por la leche, y amasar bien todo ello con la carne y la cebolla hasta que quede perfectamente mezclado.
Formar unos lomitos de unos 8 cm de largo por 5 de ancho aproximadamente. Aplastamos con la ayuda de la mano como si fuesen filetes rusos. Saldrán unas 3 frikadeller por persona. Reservar.
Pasamos las frikadeller a una sartén con el aceite de oliva y dorear dorando hasta que tenga una costra casi quemada por ambos lados, a fuego no muy alto porque no deben quedar crudas por dentro, sólo jugosas y crujientes por fuera.
La salsa con kulør:
A la vez se van preparando la salsa y las patatas, para luego comer todo al mismo tiempo.
Tamizar la harina con un colador para que luego no se produzcan grumos. Calentar a fuego medio en un cazo el caldo durante 4-5 minutos sin que llegue a hervir.
En otro cazo introducir la mantequilla calentar a fuego bajo hasta que se derrita y torne a un color avellana. Luego añadir la harina tamizada y dejar que se mezcle hasta que formen pequeñas masas de tono dorado: esto se llama un 'roux'.
Remover muy bien con una cuchara de madera la hasta quede como una bola. Echar el caldo de carne en el cazo con la harina y la mantequilla.
Añadimos sal, pimienta al gusto, unas cucharadas del aceite sobrante de freír las frikadeller y el kulør, un espesante y colorante de color marrón. Remover de manera continua con una varilla (5-6 minutos), ahora a temperatura mínima. Que no queden grumos.
Se sirven por cada comensal tres frikadeller con unas patatas hervidas y peladas, unas rodajas de remolacha y la salsa bien caliente.