'No fue otro estúpido viaje a Koprivnica', un libro de viajes, fútbol y cerveza

Este libro es el resultado de mi pasión por el fútbol, algo que nos llevó a cometer el error más maravilloso de nuestras vidas". Así define el propio autor No fue otro estúpido viaje a Koprivnica, la ópera prima del periodista y escritor burgalés Ignacio Manrique. Una novela que surge a partir de una libreta de viajes. De un gran viaje. Un Inter rail que lleva al autor, acompañado de diversos amigos, a recorrer toda Europa, desde Split a Turín, de Génova a Marsella, "hasta que arrastrados casi por el subconsciente llegamos a Koprivnica".

¿Y por qué Koprivnica? Se preguntarán. "Viene de un verano en el que yo estuve de vacaciones en Galicia, y había un partido en Riazor entre el Deportivo y un equipo croata de la Intertoto. Fuimos a ver el partido, y guardé mi entradita. Cuando en el viaje estábamos en Zagreb durante el viaje, de repente me encuentro con un nombre mirando el mapa, Koprivnica, y aquello me sonaba... y al llegar nos encontramos con que era una ciudad muy poco turística, sin ningún atractivo... más allá de que yo tenía ese nombre en el subconsciente y me llevó hasta allí. Y es que aquel equipo croata que se enfrentó al Deportivo aquella tarde de verano era el Slovan Koprivnica".

El libro, que fue presentado el pasado viernes en Madrid en la Asociación de Autores y Artistas Españoles, es "el relato de una aventura dura, estúpida, hilarante, construida por cuatro personajes amigos pero antagónicos, llenos de diálogos tontos, risas, y una historia de amistad pasional guiada por el amor al fútbol". "Un libro declicioso, muy aventurero, cercano y recomendable", en palabras de Emilio Porta, presentador del acto.

Queda evidente que no pueden quedar dudas, pero por si acaso, Ignacio Manrique lo confirma. "Esto no tiene dada que ver con una guía de viajes; es la historia de la supervivencia del día a día en un viaje sin destino dentro de un continente entero por conocer. Un realidad ficcionada que habla de cuatro filosofías de vida, tan dispares y antagónicas únicamente unidas por la amistad".

¿Y cómo un viaje tan apasionante se convierte en libro? "Al regresar a España saqué el pequeño cuaderno de bitácora y empecé a pasarlo a limpio; en principio, sin más intención que la de tener el recuerdo organizado, pero poco a poco fue cogiendo color. Escribir el libro fue una manera de sentirme vivo dentro del mundo periodístico, ya que me acababa de quedar sin trabajo porque en el periódico en que estaba se redujo personal. Así que lo escribí de madrugada, cuando llegaba de trabajar de camarero en un bar de Madrid. En las noches más solitarias. Mezclando letra con cervezas".

Para terminar, Ignacio nos recuerda que es un libro "con la intención de que el lector sienta el deseo de hacer las maletas, levantarse del sofá, y lanzarse a explorarar nuevos lugares y sensaciones". Y la verdad es que uno, mientras lee No fue otro estúpido viaje a Koprivnica, ya está viajando. Incluso desde el sofá.