No es que hoy me haya colado otra vez, es que has estado malísimo y a la espera de que te recuperes aprovecho el espacio. Has tenido inflamación e infección de garganta, como un niño pequeño cuando se le inflan las anginas y se derrite entre sudores y fiebre. Esta mañana te encuentro mejor, te oigo refunfuñar por tener que estar metido en casa y eso es señal inequívoca de que ha vuelto tu energía.

Aprovecho para contarte mi estancia en Tarragona, comentario que la imprevista muerte de MJ me obligó a posponer. La bodega de mi amigo Jesús del Río, Mas de l'Abundància, es el sueño de alguien a quien el mundo cosmopolita se le ha quedado pequeño. Gran paradoja. Después de lidiar en las artes de la política internacional, Jesús vuelve a El Masroig, vuelve a su pueblo y partiendo de la premisa con la que encabezo la entrada al blog, elabora un vino excelente. En pleno Priorato, apenas un mojón le separa de esa denominación de origen para colocarlo en la de Montsant.

Tú sabes que Jesús, Ion y yo formamos un pequeño equipo de internautas a los que nos gusta cuestionar nuestras cuitas vitales con buena charla y compañía. De hecho, tú eres más lúdico y no creo que nos soportaras mucho tiempo cuando nos juntamos para estas preguntas al oráculo. De las reflexiones apuntadas en uno de estos encuentros nació en Jesús la necesidad de volver a sus orígenes y poner en marcha la bodega. De mis primeras visitas a los viñedos surgió el rumor en la comarca de que Alaska estaba invirtiendo en el negocio y lo publicaron en la prensa local. Me hizo ilusión, ya me veía yo como Angela Channing controlando el estado del Cabernet Sauvignon de Falcon Crest. Eso fue antes de que a todos los famosos les diera por tener su propio vino. Hoy en día, el empresario de pro, o tiene un equipo de fútbol o tiene una bodega. Es un signo de nuevo rico. Nada más alejado a las intenciones de Jesús, humilde y excelente.

En esta última visita pude comprobar los progresos, catar botellas de sus vinos, Fluminis y Mas de l'Abundancia, disfrutar del olor de las barricas de roble... y descansar, aunque no mucho, ya sabes que soy urbana y tanto sosiego no me sosiega. Te dejo unas fotos de mi visita a la finca, como podrás comprobar no tengo ropa adecuada para la vida rural y mi mayor preocupación es que mi parasol cubra buena parte de mi anatomía.

La próxima vez tenemos que hacer que la escapada coincida con que los dos estemos libres. Tú eres más cervecero, así que no sé qué vamos a hacer contigo cuando nos pongamos a beber vino. A lo mejor nos podemos llevar a tu padre, él sí que lo va a disfrutar. Para él dejo aquí la dirección de contacto, para que saque toda la información que a él le gusta tener sobre los vinos, el porcentaje de Cabernet o Garnacha, el número de botellas, notas sobre la añada. Todo está en www.masdelabundancia.com . Y te diré que es un vino muy apreciado por Eric Asimov, que le hizo una crítica fantástica en el New York Times. Eric Asimov es el hijo del gran Isaac Asimov, el escritor de ciencia ficción padre de las leyes de los robots. Bueno, la ciencia ficción no te interesa mucho y dudo que conozcas las leyes que he mencionado. Algún día hablaremos de ello.

De momento, te dejo el espacio libre para que me coloques (por fin) esas fotos que te he estado pidiendo sin éxito. Ponte bueno, que nos tenemos que ir a Londres.