Michael
Llevaba toda la semana recolectando imágenes de tus-nuestros ídolos, siendo obediente para satisfacer tu petición que me hacías en tu última entrada en el blog. La intensa semana de trabajo con varios viajes acompañando a Fangoria por toda España había impedido que dispusiese de tiempo para descargar las fotografías con Pitita, Carmen Lomana, Carmen Cervera y alguna que otra más con la que quería darte una sorpresa en el día de hoy.
Pero la sorpresa, desagradable, me la has dado hace a penas unas horas cuando me has dicho que Michael Jackson ha muerto.
Tu última intervención la titulaste Ídolos. Para ti Michael era más que un ídolo. Era un dios.
Recuerdo que hace unas semanas, después de ver un documental de Andy Warhol junto a Nancy Travesti y Nancy Reagan, nos enfrascamos en la discusión al debatir si Michael entraba o no en la categoría de genio.
Te mostraste rotunda al declarar que a Michael le otorgabas tal calificativo por las muchísimas cosas que había hecho y en consecuencia habían influido en multitud de personas de cualquier generación. Eso para ti, a parte de tu profunda admiración le convertía en un perfecto representante de la genialidad.
No te voy a mentir a ti, ni a nadie, al declarar que sentía por Michael lo mismo que tú. Sí es cierto que siempre me atrajo; mi primer recuerdo de él se remonta a la nochevieja del año 1983-84 cuando me morí de miedo al ver el vídeo-cilp de THRILLER . A partir de entonces ocupó las portadas de lo que era mi Biblia particular, la revista Super Pop. Me encantaba ver sus fotos con su monito Bubbles, la entrega de los Gramys, donde arrasó. En fin, qué te voy a contar. Hasta una muy niña Nancy O se hizo fan-fatal de él y en su sexto cumpleaños mi hermano y yo le regalamos el single Say Say Say que grabó junto a Paul McCartney.
Escribiendo todo esto me siento raro. Es algo extraño. No voy a decir que estoy fatal, pero sí que tengo la sensación de que ha muerto alguien cercano. Es muy fuerte esto. Al fin y al cabo desaparece una persona, que sin conocerla, ha formado parte de nuestra vida. Para empezar nuestras eminentes vacaciones las habíamos planeado en torno a su primer concierto en Londres el próximo mes de julio (teníamos dos entradas para la fila 14). También disfrutamos de lo lindo, meses atrás, cuando devoramos el impresionante catálogo de su subasta en Julien¹s (que finalmente suspendió) alucinando con todos sus cuadros y pertenencias agolpadas en el rancho Neverland. O cuando visionamos unos dvds en los que se recogían grabaciones caseras de él con su íntima Elizabeth Taylor en el que ella le regalaba un elefante, entre otros muchos acontecimientos, celebraciones y anécdotas.
No puedo evitar pensar en nuestros amigos Miguel Ángel y María. Bien sabes que para ellos Michael era de vital importancia en su vida. Es más, gracias a Michael se conocieron y empezaron a vivir en pareja. Debe ser extraño, no sé... Ellos me hicieron admirar más a Michael. Me transmitieron su profunda devoción y por ellos, siempre tan generosos, tenemos grandes tesoros de Jacko.
Y es que la muerte, a pesar, de tenerla asumida, siempre es rara, nadie está preparado para la desaparición de un ser humano, le conozcas o no.
Eso sí, en el caso de Michael la desaparición total nunca llegará porque ha dejado mucho. Quizá tuvieras razón al proclamar que era un genio. Porque los genios perduran por encima de la desaparición física. Y Michael lo ha hecho..
En mi afán de alegrarte el día, y paliar un poco tu tristeza, decirte que hoy actuarás junto a otro de tus ídolos: Raphael. Será en la plaza de toros de Las Ventas. Y sé que serás muy feliz.
Pero la sorpresa, desagradable, me la has dado hace a penas unas horas cuando me has dicho que Michael Jackson ha muerto.
Tu última intervención la titulaste Ídolos. Para ti Michael era más que un ídolo. Era un dios.
Recuerdo que hace unas semanas, después de ver un documental de Andy Warhol junto a Nancy Travesti y Nancy Reagan, nos enfrascamos en la discusión al debatir si Michael entraba o no en la categoría de genio.
Te mostraste rotunda al declarar que a Michael le otorgabas tal calificativo por las muchísimas cosas que había hecho y en consecuencia habían influido en multitud de personas de cualquier generación. Eso para ti, a parte de tu profunda admiración le convertía en un perfecto representante de la genialidad.
No te voy a mentir a ti, ni a nadie, al declarar que sentía por Michael lo mismo que tú. Sí es cierto que siempre me atrajo; mi primer recuerdo de él se remonta a la nochevieja del año 1983-84 cuando me morí de miedo al ver el vídeo-cilp de THRILLER . A partir de entonces ocupó las portadas de lo que era mi Biblia particular, la revista Super Pop. Me encantaba ver sus fotos con su monito Bubbles, la entrega de los Gramys, donde arrasó. En fin, qué te voy a contar. Hasta una muy niña Nancy O se hizo fan-fatal de él y en su sexto cumpleaños mi hermano y yo le regalamos el single Say Say Say que grabó junto a Paul McCartney.
Escribiendo todo esto me siento raro. Es algo extraño. No voy a decir que estoy fatal, pero sí que tengo la sensación de que ha muerto alguien cercano. Es muy fuerte esto. Al fin y al cabo desaparece una persona, que sin conocerla, ha formado parte de nuestra vida. Para empezar nuestras eminentes vacaciones las habíamos planeado en torno a su primer concierto en Londres el próximo mes de julio (teníamos dos entradas para la fila 14). También disfrutamos de lo lindo, meses atrás, cuando devoramos el impresionante catálogo de su subasta en Julien¹s (que finalmente suspendió) alucinando con todos sus cuadros y pertenencias agolpadas en el rancho Neverland. O cuando visionamos unos dvds en los que se recogían grabaciones caseras de él con su íntima Elizabeth Taylor en el que ella le regalaba un elefante, entre otros muchos acontecimientos, celebraciones y anécdotas.
No puedo evitar pensar en nuestros amigos Miguel Ángel y María. Bien sabes que para ellos Michael era de vital importancia en su vida. Es más, gracias a Michael se conocieron y empezaron a vivir en pareja. Debe ser extraño, no sé... Ellos me hicieron admirar más a Michael. Me transmitieron su profunda devoción y por ellos, siempre tan generosos, tenemos grandes tesoros de Jacko.
Y es que la muerte, a pesar, de tenerla asumida, siempre es rara, nadie está preparado para la desaparición de un ser humano, le conozcas o no.
Eso sí, en el caso de Michael la desaparición total nunca llegará porque ha dejado mucho. Quizá tuvieras razón al proclamar que era un genio. Porque los genios perduran por encima de la desaparición física. Y Michael lo ha hecho..
En mi afán de alegrarte el día, y paliar un poco tu tristeza, decirte que hoy actuarás junto a otro de tus ídolos: Raphael. Será en la plaza de toros de Las Ventas. Y sé que serás muy feliz.