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London Calling
Alaska nos guía en primera persona por sus lugares favoritos de Londres en un viaje para grabar una nueva versión de Cuatricromía.
Recojo tu petición y me dedico a rememorar nuestro paso por Londres. Un poco "día de la marmota", por cierto. Somos animales de costumbres, nos cuesta cambiar de escenarios. Así que la última docena de veces que hemos pasado por Londres consisten en una especie de peregrinación a los santos lugares. Siempre los mismos.
Por ejemplo, el pub al que cariñosamente llamamos La zorra intrépida cuando en realidad se llama El zorro intrépido. Esa manía nuestra por hablarlo todo en femenino. Pub inglés de toda la vida pero con influencias rockeras heavy metaleras, la perfección. Tomarte una cerveza mientras suena Marilyn Manson. Bueno, eso tú, porque yo aprovecho mis viajes a Londres para degustar la gran variedad de sidras que puedes beber en cualquier local. Esta vez me enganché a la de pera. Sigo sin entender que en España, tierra de sidras excelentes, no puedas elegir esa bebida como opción en bares y discotecas. Eso sí, yo tengo menos aguante que tú y que Nacho en los pubs. Una vez que me he bebido mi sidrita, ahí os quedáis mientras yo aprovecho para hacer compras por los alrededores.
En una de esas escapadas encontré en Foyles, todavía una librería de referencia, un escaparate con sorpresa: uno de los libros del ilustrador español Sergio Mora. Por cierto, le he escrito el prólogo para el que está a punto de publicar, a ver si te gusta. Menos mal que existe Internet y podemos tener en casa cualquier libro deseado en 24 horas. Todavía recuerdo los viajes de mi juventud, con sobrepeso desmesurado en el equipaje por la compra de libros.
Desde que existen las compras por Internet, ya sea de novedades en venta directa o de antigüedades vía eBay, he perdido la ansiedad a la hora de comprar en tiendas. Ya no es aquella desesperación que te da saber que "ahora o nunca". Aún así recorrer mis tiendas favoritas sigue siendo fundamental para mi equilibrio emocional, ver cosas bonitas y lujosas relaja un montón. Por eso siempre acabamos en Harrods, paseando por todas las plantas. Esta vez no pude resistirme ante los peluches XXL y ante la sección de artículos navideños. Eso sí, me parece de pésimo gusto que ya no se espere ni a que pase Halloween para empezar con la parafernalia de la Navidad, ¡si todavía falta Acción de Gracias!
Otra de mis secciones favoritas es la de mascotas. Podría estar horas mirando collares, jerseys y juguetitos para los perritos y gatitos que no podré tener por culpa de mi alergia. Quedé maravillada ante una bolsa de hierba gatera con la imagen del gato de los Freak Brothers, personajes de cómics contraculturales que siempre le estaban dando a la otra hierba. Fíjate, conmigo no compartes la afición por los cómics, no te interesan lo más mínimo.
Hablando de lujo, otra parada inevitable es Fortnum & Mason, con sus galletitas perfectas. Es un testigo de ese Londres decimonónico que añoro sin haber conocido. Yo es que sólo puedo sentir nostalgia por lo que no he conocido, por el Londres victoriano, por los Estados Unidos de los años 50… ¿cómo voy a sentir nostalgia por lo que sí he conocido? Es verdad que el mundo que conocí en el pasado y que a mí me gusta de verdad comienza a no existir… pero yo no siento que eso sea nostalgia, sencillamente es mi mundo en desaparición.
Creo que algunas costumbres tienen que empezar a cambiar. Siempre vamos al restaurante hawaiano Trader’s Vic porque nos encanta la decoración Tiki, los cócteles, los vasitos donde los sirven. Y nos hace gracia el ambiente de señoritas de alto standing que van a captar a los clientes del hotel Hilton que se ubica sobre él. Pero deberíamos probar algo nuevo. No, si ya sé que acabaremos otra vez ahí, a mí y a Nacho nos encanta. A ti, como la comida te da igual, lo mismo te da un sitio que otro.
Menos mal que en este viaje pudimos incluir una novedad gracias a que nuestra visita coincidió con la celebración de la ferie de arte Frieze, como nuestro Arco, pero con más nivelón. Porque no me digas que las esculturas de Jeff Koons ante las que te retrataste no eran como para que nos diera un mal de Stendhal en toda regla O los cuadros de Murakami. Y me encantó descubrir en el stand de la galería de Juana de Aizpuru (qué lujo de representación española en la feria de arte más importante del mundo) fotografías de Alberto garcía Alix.
Con tanto guirigay, parecería que fuimos a Londres de paseo, cuando en realidad fuimos a terminar alguna de las 4 canciones que formarán parte del disco de Fangoria que saldrá el 2 de diciembre, esa ampliación de Cuatricromía que se llamará Policromía. Y como siempre, un lujo trabajar con tus ídolos. Quien nos iba a decir hace años que tendríamos estas fotos con Tony James y Neal X en ese estudio donde Tony Visconti grabó en su momento a Marc Bolan.
Para finalizar te dejo una foto en el pasillo de los apartamentos. Ahora sí que nunca más. Como somos animales de costumbres fijas, seguimos yendo a unos apartamentos que hace años no estaban del todo mal, pero que cada día están más degradados. Manos mal que ya nos decidimos a dar el paso y visitamos otro edificio de apartamentos en ese mismo barrio de Mayfair, lujosos y en perfecto estado. ¡Qué ganas de volver a Londres para alojarnos allí!