Pues la verdad es que tenemos pendiente una conversación acerca de las sustancias "no oficiales" y sobre todo del uso que le da cada uno de nosotros. La columna de tu científico-ancianito-pretendiente no la he podido leer por mi limitación idiomática, pero intuyo que será muy interesante y que además provocará discusiones en cuanto a lo que significa todo este tema en nuestras vidas.
Centrándome en el tema del tabaco siempre mantenía el tópico "de algo hay que morir", pero el tiempo y la experiencia me han enseñado que puede pasar que llegue el momento en el que estés enfermísimo y no te mueras. Y eso hay que tenerlo muy asumido. Tener muy claro las decisiones que tomas en tu vida y las futuras consecuencias. Hemos tenido amigos que han llevado una vida muy al límite y han acabado en una larga enfermedad con el subsiguiente sufrimiento (y hasta diría que arrepentimiento). Los ha habido que no se han dado cuenta y han desaparecido de un día para otro
¿Cómo preferirías morir?
El tema de la muerte ya no me asusta. En los últimos años he perdido a personas muy importantes en mi vida, desde muerte repentinas hasta las más esperadas por la edad. Si bien es cierto que todas las he sentido mucho, más cierto es que tengo muy claro cuál sería mi ideal de muerte: estar con la cabeza en su sitio hasta tus últimos días, si es a los 80 mejor que a los 50, pero siempre estando sano física y mentalmente. Aunque ahora me asalta la contradicción al pensar que siempre te digo que si caigo en un coma nunca me desenchufes.
Tú siempre lo has tenido muy claro, de hecho quieres hacer un testamento vital en relación con la muerte, pero nunca lo acabas de hacer. ¿Por qué? Quizá sea porque inconscientemente todos pensamos que nunca nos va a pasar. Y eso es algo muy importante que nos da la naturaleza humana: esa supervivencia innata que hace que sigamos viviendo, saliendo de los episodios más horrorosos que a todos nos toca vivir.
¡Uy!, me he puesto un tanto intenso, ¿verdad? Sé que te encanta esta parcela "profunda" de mí que de vez en cuando sale a flote. Me encanta tener esta faceta, pero cuando sale no quiero que eclipse mi otro lado más lúdico. O llámalo pragmático, o frívolo, no sé. Aunque éste no lo tendría si no tuviese el otro. La combinación de ambos lados es lo más inteligente.
Como inteligente fue el irnos a cenar el sábado a casa de nuestros amigos David Delfín y Gorka a comentar el resucitado festival de Eurovisión. Me lo pasé en grande. Y la gente que no entiende que de esa visión puedes sacar muchas conclusiones, conocer más a tus amigos, e incluso reflexionar sobre asuntos en los que hasta entonces no habías reparado es porque no vale para nada. O al menos a mi no me interesan nada.
Y en la cena del sábado reflexioné, y mucho. Las risas, la ingente comida de Mallorca (que a ti no te pareció acertada) y la B.S.O del festival me llevó a darme cuenta que a día de hoy no necesito conocer a más gente. Y que donde más a gusto me siento es en las casas de amigos. ¡¡Qué pereza salir por la noche a locales imposibles con gente imposible!! Qué total es trasnochar, pero hasta el punto que al día siguiente te puedas marchar al Rastro a comprar maravillas, luego ir a comer, echarse la siesta... ¿Me estaré haciendo mayor? Si es así estoy encantado. Y por cierto, ¡¡viva Eurovisión y sobre todo RAFFAELLA CARRÁ!!, con la que pude hacerme una foto. ¿Salimos guapos, verdad?