He estado entrando en esta página cada día, esperando encontrar tu texto. Y nada. Reconozco que era un gesto automático, conociendo como conozco tu agenda diaria. Así que he decidido intervenir y escribir yo. En el fondo es una tontería que nos estemos guardando el turno, a veces no coincide con la realidad del momento.

Septiembre es un mes tremendo para la vida social. Supongo que será una ocasión fantástica para los amantes del intercambio de besos con el prójimo. Para mí es una sucesión de compromisos. Unos más apetecibles que otros, pero compromisos. Entre cumpleaños, desfiles de moda, inauguraciones, exposiciones, presentaciones en sociedad de la temporada y demás actos de inicio de curso, el mes se va sin haber podido enfrentar la mitad de las obligaciones. Tengo el cuerpo muy mal, pero una gran vida social.

Uno de los actos a los que no quise faltar fue la celebración del bicentenario de la independencia de México en la residencia del embajador. Hacía mucho que no podíamos acudir a la fiesta anual que celebra la embajada cada 15 de septiembre, día nacional. A mí me gusta tener mis 15 minutos de nacionalismo, cantando el himno y engalanándome para la ocasión. Este año me vestí con los colores patrios y me coloqué como medalla el centenario que me regaló hace años el amigo Jorge Cruz, dueño de una de nuestras discotecas favoritas del mundo, Spartacu’s. Te dejo la foto que me hiciste y la publicada en los diarios mexicanos a través de la agencia Notimex. Y eso que este año no pude beber ni comer los platillos de la gastronomía de mi país, ya sabes, dieta estricta, que empiezo ya la promoción con su retahíla de sesiones de fotos. Yo no sabía que Felipe González es embajador extraordinario y plenipotenciario del bicentenario de las independencias americanas. Y es que casi todos los países iberoamericanos andan celebrando el mismo hecho histórico. Gónzalez fue el invitado de honor y pronunció un interesante discurso, y eso que no mencionó el tema que tanto revuelo ha causado 24 horas después : la legalización de las drogas como vía para derrotar a esas mafias asesinas que son las dueñas verdaderas de las economías del mundo. Ya sabes lo que pienso sobre el tema. Nada distinto a lo dicho por Felipe, que al fin y al cabo es lo que se viene reivindicando desde hace décadas por los sectores liberales, con The Economist a la cabeza (por lo menos un par de veces al año publican un artículo sobre el tema). He encontrado una reflexión muy interesante aquí mismo, en Libertad Digital.  La guerra “contra las drogas” de Alejandro Tagliavini.

Te decía que Iberoamérica anda celebrando que hace 200 años rompió lazos con la corona española. En Norteamérica se adelantaron (bueno, se adelantaron incluso a los franceses), y el bicentenario de la independencia de las colonias se celebró en 1976. Tú tenías dos añitos, así que no pudiste vivirlo. Hasta Kiss hicieron su homenaje particular, retratándose como soldados de la época y titulando su la gira del disco Destroyer como Bicentennia Tourl. Te dejo foto y enlace de YouTube Kiss Live In Anaheim 1976 - Shout It Out Loud.

Por cierto, que siguiendo la Historia General de las Drogas de mi adorado Antonio Escohotado, te diré que la chispa que provocó el acto de desobediencia que desembocó definitivamente en las batallas de independencia y la formación de los Estados Unidos, está relacionada con una droga. Con el té, droga legal, pero droga al fin y al cabo. No te cuento más, así te obligo a buscar el dato y te culturizas un poco más. Perdona, es que desde que estuve en Las Joyas de la Corona me comporto como una profesora de la academia.