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Animales

Hace apenas un par de días, el 10 de diciembre, se celebró el Día Internacional de los Derechos de los Animales. Desde aquí doy las gracias a esas personas anónimas que acuden a las concentraciones, que recogen firmas, que dan la cara ante la indiferencia de los que pasan a su lado.

Los que consideramos que los animales tienen derechos nos enfrentamos a un juicio poco favorable. En el mejor de los casos, escepticismo, en el peor, la simple burla. Recuerdo cuando hacía entrevistas para la revista Primera Línea a mediados de los años ochenta. Acudí emocionada al encuentro con Garrigues Walker, político que me apasionaba en lo teórico y en lo carnal. No sé exactamente cuál fue mi pregunta relacionada con el bienestar animal, pero sí puedo resumir con bastante fidelidad la respuesta : que mientras hubiera un niño, un anciano o cualquier ser humano necesitado, la prioridad era atenderlos; sólo entonces podríamos pensar en las ballenas.

Es muy difícil refutar esa postura. Es obvio que los amantes de los animales también somos sensibles al sufrimiento humano. Pero una cosa no quita la otra. Es como el eterno debate del dinero público que se invierte en arte y cultura cuando se puede gastar en bienes más funcionales para los que nada tienen.

En estos días contemplo horrorizada el desfile pieles desolladas. Cada vez que abro una revista de moda, cada vez que una famosa se asoma a la prensa del corazón. Es innegable, esos zorros teñidos de rojo son preciosos, sientan divinamente y seguro que abrigan con propiedad. Pero no consigo olvidar que han sido arrancados a un animal aún más precioso. No soy ninguna santa, uso cuero en bolsos, zapatos y cazadoras. Nuestra amiga Elena Benarroch no entiende por qué rechazo una piel y utilizo otra, pues tanto las chinchillas como las vacas proceden de granjas. Kate Moss diseña para Top Shop abrigos de plumas y piel de conejo de animales cuya carne ha sido aprovechada para el consumo humano. Pero no puedo. Tampoco soy totalmente vegetariana, un MacDonalds mensual y algo de lomo ibérico rompen normalmente mis buenos propósitos. Tú eres muy malo conmigo, cuando estoy en medio de un bocado te complace mencionar al cerdito Babe para hacerme sufrir.

Gracias de nuevo a todas las asociaciones con las que colaboro cuando puedo, a PETA, Anima Naturalis, ADDA, El Refugio, Baas Galgo...

Cuelgo la foto de la campaña antitaurina que hice para PETA y la foto del calendario 2011 que nos hicimos para Baas Galgo. Por si sirve de algo.

Vamos a usar este espacio para comunicarnos, dejarnos recados, enseñarnos las fotos y noticias que descubrimos... para contarnos todas esas cosas que no nos da tiempo a comentar en el día a día. Esto es, en definitiva, un blog cerrado al que sólo tenemos acceso nosotros dos, una extensión de nuestra vida

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