Lara Álvarez ha conseguido su mayor fama como co-presentadora de Supervivientes, el reality emitido en Telecinco y grabado en una isla de Honduras. Pero este año la asturiana se ha permitido decir "no" a la arena asegurando que no haber sido recompensada debidamente.
A nadie se le escapa que Supervivientes es uno de los concursos más duros de la televisión, y no solo para los concursantes sino también para el equipo técnico. Y tal y como publica Semana, Lara Álvarez está decepcionada con la experiencia de los últimos años.
Las cosas parecen haber cambiado para Lara Álvarez, que según la publicación lleva una vida tan asentada y que, al conducir también una parte de Idol Kids, no depende exclusivamente de este programa. Su negativa no viene de una mala relación con sus compañeros, al contrario: tiene buena complicidad con Jorge Javier Vázquez.
Pero Lara Álvarez, de 35 años, ya habría comunicado su parecer a los ejecutivos de la cadena. De cumplirse sus deseos, Supervivientes perdería uno de sus rostros seguros, de esos que ofrecen seguridad a los espectadores.
La presentadora asturiana logró hacerse con la difícil misión de conducir las pruebas de las playas de Honduras, donde las condiciones no son las más gratas para desempeñar su trabajo y donde había que permanecer durante varios meses, los que dura el largo reality que Telecinco suele empezar a emitir en abril. Un tiempo en el que tiene que parar su vida cotidiana, personal y familiar, y también decir adiós a otros posibles proyectos profesionales.
Actualmente Lara tiene pareja sentimental, el italiano Davide Rey, que precisamente trabaja en el mismo programa del que ahora la presentadora quiere despedirse.