El Festival de Sanremo, el mítico certamen de la canción ligera italiana, empezó el pasado martes 1 de febrero, una semana en la que 25 artistas, entre ellos la española Ana Mena, competirán por ganar y representar a Italia en Eurovisión, que precisamente se celebrará en mayo en Turín tras el triunfo de los Maneskin en 2021.
Cada febrero el país se zambulle en una semana de música con este festival fundado en 1951 que reúne a jóvenes promesas y viejas glorias en largas seratas en las que puede ocurrir de todo, desde homenajes, sorpresas y, por supuesto, polémicas.
En la categoría principal del concurso participa la malagueña Ana Mena, conocida en el país por sus tormentoni (canciones del verano) y que se estrena en Sanremo con su tema Duecentomila ore, que estrenó en Spotify a las 12 de la noche.
Es la primera vez en siete años que compite una extranjera tras la belga-canadiense Lara Fabian en 2015 y cantó en la tercera posición, aunque su propuesta no pareció convencer al jurado, compuesto por una selección de la prensa, ya que quedó en última posición.
No obstante, la intérprete de Música ligera aún tiene opciones. Tras la segunda ronda, volverá a subirse al escenario el jueves en la tercera ronda, donde la clasificación la decidirá el televoto y un jurado demoscópico, y la puntuación se sumará a la recibida en la anterior actuación por parte del público.
"En mi casa siempre hemos seguido el festival de Sanremo. Lo veía en streaming con mi padre, que es quien me ponía música italiana y pude así descubrir a muchos artistas maravillosos. Después de dos años intentándolo, por fin puedo estar aquí y competir. Es muy emocionante para mí. Esta oportunidad es un regalo maravilloso, un sueño hecho realidad", contó Mena unos días antes del inicio del mítico certamen de la canción ligera italiana.
Sanremo es la antesala del famoso festival de Eurovisión, que volverá a Italia entre el 10 y el 14 de mayo tras el triunfo el año pasado de los Maneskin. Ana Mena, como aspirante de la selección oficial, en caso de ganar, podría representar a Italia en Eurovisión y competir con la propuesta española, Chanel y su SloMo.
Sin embargo, aunque se ofrece al ganador de Sanremo ser representante de Eurovisión, este festival no es una preselección, sino que es una entidad musical en sí mismo y los ganadores o ganadoras pueden renunciar a su participación en el eurofestival.