Los últimos rifirrafes de un prepotente Kiko Rivera con Telecinco, grabando y lanzando improperios en redes sociales contra una presentadora y arremetiendo contra los mismos platós que él mismo ha utilizado, podrían haber puesto punto y final al romance del Dj con la cadena amiga.
La actitud de Kiko Rivera parece haber cambiado radicalmente, y en los despachos de Telecinco parecen haberlo visto claro. La herencia envenenada fue hace un año, y desde entonces el Dj lleva arremetiendo desde todos los medios posibles contra su madre, sin que el asunto de Cantora se haya movido demasiado desde entonces. Los tan cacareados compradores de la finca que dijo haber encontrado se echaron atrás, tal y como él mismo confesó.
Después de dar plantón al Deluxe y de que, esta misma semana, Belén Esteban desvelase los 60.000 euros por una noche que el hijo de Isabel Pantoja exigió (y no le concedieron), desde el entorno del programa han desvelado lo cobrado en otras ocasiones por Kiko Rivera para demostrar que, efectivamente, sus intenciones y actitudes no son muy lógicas.
Cansados de los ataques a los periodistas, desde el entorno del programa se han destapado los 120.000 euros que Kiko percibió por las primeras entregas de La herencia envenenada en televisión, así como la célebre entrevista con la fallecida Mila Ximénez en Lecturas donde arremetía directamente contra su madre.
Pero la lista sigue: en 2021 Kiko hizo dos Deluxe y una nueva entrevista que le habrían reportado 80.000 euros solo en el mes de enero. El conflicto continuó —el propio Kiko se esforzó sobremanera en ello— y una nueva portada y un tercer Deluxe hicieron que se embolsase otros 75.000.
Pocos meses después, Kiko —que acaba de mudarse a una casa mucho más grande con su familia— logró otros 30.000 euros con un nuevo giro a su particular culebrón, declarando su perdón a la madre y declarando la guerra a su prima Anabel Pantoja, por cierto recién casada. En total, unos 335.000 euros.
Ello sin contar los beneficios derivados de la renovada fama obtenida por el Dj, desde anuncios de pizza hasta muchos más seguidores en sus redes sociales, y por supuesto esos temas musicales que él se esfuerza tanto en promocionar. En uno de sus cada vez menos abundantes bolos consiguió hacerse con 4.000 euros, solo en un evento.