José Luis Martínez-Almeida acudió el martes a El Hormiguero y allí mostró su conocido sentido del humor junto a Pablo Motos. El programa comenzó, sin ir más lejos, con un duelo de altura en el que ambos, alcalde y presentador, ironizaron sobre quién era más alto (ganó Motos).
El presentador preguntó a Almeida por qué esa obsesión en Google por su altura y por si tiene pareja, y Almeida no tuvo reparo en contestar que tampoco entiende "esa obsesión por buscarme novia. Eso de ser alcalde y soltero, el primero que hay en la ciudad, puede llamar la atención porque a la gente le extraña que, con mi físico, no ligue". Preguntado sobre si usaría aplicaciones de ligue si no fuera alcalde, éste contestó: "No lo necesito. Soy tradicional, y la erótica del poder no funciona".
Continuando con preguntas sobre su soltería, el político del PP desveló cómo se desenvuelve en la cocina: "Soy muy latino, de latas, vamos". Y volvió a asegurar que lo único que sabe hacer que no provenga de latas es "tortilla francesa". "En la cena me refugio en los yogures y eso me da la coartada para no tener que cocinar ni nada por el estilo. Si vienes a casa y abres mi nevera te deprimes. Tengo unos sobres de ketchup de McDonalds, yogures, huevos y cervezas". Siguiendo esta línea de autocrítica humorística, contó que le "han llegado a decir que tengo un piso de estudiante y no de alcalde".
El alcalde, que no dudó en seguir la corriente a un Carlos Latre disfrazado de él y hasta cantar un tema de Julio Iglesias con el humorista, tampoco dudó en adentrarse en terreno político cuando hubo que hacerlo.
Sobre el caso Bárcenas consideró que "cuando las cosas están en manos de la Justicia que la Justicia sea la que hable, y quien tenga que pagar, que lo pague". Y sobre el ritmo de la vacunación, que "son los presidentes de las Comunidades los que se están comiendo toda la gestión de la vacunación y se echa de menos gestión por parte del Gobierno".
Más tarde, Almeida utilizó Twitter para confirmar que él mismo se había divertido y agradecer a Pablo Motos, Carlos Latre y el resto del equipo esa "fantástica noche".