Los reyes Felipe y Letizia han presidido este jueves el homenaje a las víctimas de la pandemia de coronavirus y a los colectivos que le han hecho frente en primera línea, que ha tenido lugar en el patio de la armería del Palacio Real. Una ceremonia civil a la que ha acudido Pedro Sánchez, con todos los miembros del Ejecutivo, y al que han asistido unas 400 personas.
Entre ellos, los presidentes de las principales instituciones y los de todas las comunidades y ciudades autónomas, incluidos el lehendakari, Íñigo Urkullu, y el presidente de la Generalidad, Quim Torra. También han acudido los dirigentes de los principales partidos (Vox ya dijo que no asistiría como crítica a las "mentiras" del Gobierno sobre la pandemia), así como expresidentes del gobierno, a excepción de Felipe González.
En la ceremonia, que comenzó a las 09:00 horas y que ha tenido una duración de 35 minutos ha dejado algunas imágenes muy emotivas, como el momento el que el rey Felipe ha hecho la ofrenda floral junto al pebetero acompañado de los otros dos intervinientes durante el acto: el hermano de un periodista fallecido por el coronavirus (en representación de las víctimas) y la de una enfermera (en nombre de los colectivos esenciales frente a la pandemia).
La ceremonia ha dejado, en cambio, otros momentos menos memorables que no han pasado desapercibidos entre los asistentes y que han sido muy criticados por las redes sociales. Es el caso del desafortunado atuendo elegido por Pilar Llop, presidenta del Senado, para asistir al evento.
Muy controvertida ha sido también la mascarilla elegida por Fernando Simón, director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad, para la ocasión. Simón ha lucido una mascarilla con detalles marinos, con dibujos de tiburones en colores grises. Una decisión que desentonaba con la seriedad del evento, para el que la mayoría de los invitados ha elegido el color negro.
Otro de los que ha dado la nota ha sido el vicepresidente del gobierno, Pablo Iglesias, que llegó al patio de armas del Palacio Real sin corbata, complemento que sí que lució el resto de invitados, incluido el ministro de Consumo, Alberto Garzón.
