Llegó, por fin, la última gala de Supervivientes, ganada finalmente por Jorge Pérez. Pero, naturalmente, hubo muchos más detalles que llamaron la atención. Sin ir más lejos el plantón de Ortega Cano a su mujer, Ana María Aldón, que no acudió a recibir a la "superviviente" en la gran final.
Y eso que Ana María Aldón era una de las favoritas de los cuatro finalistas, y de hecho solo quedó segunda por detrás del atractivo guardia civil que finalmente ha sabido ganarse a la audiencia.
Aldón se despidió de su marido, José Ortega Cano, el pasado 14 de febrero. Tres meses sin verse que, sin duda, habrán pesado en el ánimo del matrimonio. Entretanto, diversas polémicas de la concursante con Rocío Flores o revelaciones picantes sobre su propio matrimonio con Ortega, que tuvo que afrontar diversos rumores de ruptura o distanciamiento con más bien poca satisfacción, han hecho cierta mella en su unión.
A recibir a Ana María acudió Gema, su hija, que ha dado el salto a los platós aprovechando la ausencia de su madre. Su reencuentro fue uno de los momentos más notables de la noche.
Entre los motivos de la ausencia, la salud. Ortega Cano ha sufrido problemas de corazón que, en tiempos de estado de alarma y coronavirus, le convierten en persona de riesgo.
Aunque también se ha señalado que, en ausencia de Gema, el extorero tenía que quedarse con el hijo que tienen en común. Según Look, el torero habría comunicado a la cadena que no se encontraba lo suficientemente bien como para desplazarse hasta Arganda del Rey, al complejo hotelero en el que se han desarrollado los últimos días de concurso.