La joven Rocío Flores puede presumir de haber llegado a la recta final de Supervivientes. A estas alturas, tras quince semanas y más de tres meses aislados, el cansancio y el hambre hacen mella. Todo ello pese a que los concursantes ya están en España debido a las medidas de seguridad que el coronavirus ha obligado a adoptar.
El evento en directo desde el hotel en Madrid tuvo momentos para recordar. Uno de ellos, el respingo de Rocío Flores, que no reaccionaba a la llamada de Jorge Javier Vázquez desde plató hasta que éste subió la voz y a ella le llegó de golpe, con el desfase habitual de la señal desde plató.
¡ADIÓS LAS TOSTADAS! https://t.co/0FBgMJbayp #SVFinal1 pic.twitter.com/WhjPIG94BM
— Supervivientes (@Supervivientes) May 28, 2020
Más tarde ella misma explicaría que creyó que todavía estaban en publicidad, sin que nadie la hubiera advertido de que la pausa había acabado. Refugiada en sus propios pensamientos, el berrido de Jorge Javier la sacó de su propio mundo de golpe y sin esperarlo.
Su reacción no tuvo precio, con un respingo cómico y espontáneo que un minuto después tuvo continuidad con su divertido encuentro con Manuel, su novio.
Ambos pudieron entrar en contacto mediante la "puerta de los abrazos", metiendo los brazos en sendos tubos de plástico para poder rodearse con ellos de alguna manera. Allí Rocío sacó su carácter más campechano, provocando en el plató y los espectadores todo tipo de reacciones.