Beatriz Rico fue compañera de Ana Obregón durante años y llegó a considerarla una gran amiga, por eso quiso hacerle un pequeño homenaje y dedicarle unas palabras tras la pérdida de su hijo Álex Lequio. La actriz sacó a la luz algunas anécdotas que compartió con ella desde que se conocieron a finales de los 90 gracias a la serie de TVE A las 11 en casa. "Ya ha pasado una semana, y ahora me siento con ganas y fuerzas para contaros quién es Ana Obregón. Me faltarían cuentas en Twitter, así que voy a dar unas pinceladas, las suficientes para que sepáis quién es Ana. En mi web le dedico una frase "amiga, eres todo un misterio", comienza su historia.
"La conocí en A las 11 en casa y pronto me di cuenta de que Ana estaba siempre de buen humor. La vi rodar con lesiones, dolores fuertes, incluso un día vino con fiebre muy alta y jamás se quejó ni puso mala cara. Ana era un cascabel, por donde pasaba el cachondeo estaba asegurado. Y si la estaban maquillando y llegabas tú porque tenías una escena antes que la suya, se levantaba para que te sentaras y te maquillaran a ti sin que nadie le dijera nada. Esto puede parecer una chorrada, pero en nuestro mundo en el que hay 'muy famosos' que hacen cosas de 'muy famosos', no es habitual que hagan cosas normales que denotan compañerismo. Ana nunca necesitó alimentar ego con chorradas de ese tipo", desveló sobre sus comienzos como compañera de rodaje.
conocí en "A las 11 en casa" y pronto me di cuenta de que Ana estaba siempre de buen humor. La vi rodar con lesiones, dolores fuertes, incluso un día vino con fiebre muy alta y jamás se quejó ni puso mala cara. Ana era un cascabel, por donde pasaba el pic.twitter.com/mkb2TjnpbW
— Beatriz Rico (@bearicoactriz) May 20, 2020
Las actrices conservaron su amistad y volvieron a coincidir en televisión en Ellas y el sexo débil, una serie comedia escrita por la misma Ana Obregón que se estrenó en Antena 3 en el año 2006. La ficción fue cancelada antes del final por los bajos datos de audiencia, pero Rico recuerda que ni siquiera eso consiguió hundir a Ana. "Llegó Ellas y el sexo débil': era su serie. Escrita por ella y en la que se había volcado poniendo una ilusión que arrasaba con todo. María Barranco, Isabel Gaudí y Teté Delgado completaban el grupo de mosqueteras. Ana seguía siendo la misma que conocí años atrás: una niña de ojos llenos de chispitas y enormes ganas de divertirse en el cuerpo de una mujer".
"Se preocupaba por todo: '¿han comido los técnicos el bocata? Igual hay que cortar', '¿estáis cansados? ¿Paramos?'". Por eso la gente la quería tanto. Y porque nos hacía reír, mucho (...) Y llegó el cataclismo: la serie fue un desastre de audiencia y nos comunicaron que se cortaba el rodaje en el capítulo 8. Yo, como buena pisciana con tendencia al drama, llegué a plató acongojada y pensando cómo estaría Ana de destrozada. Sin embargo, Ana siguió estando como siempre, 'de buen humor', recuerda la actriz sobre aquel fatídico día.
Para Beatriz Rico, Ana Obregón mostraba "una inteligencia, un tesón y una bondad que parecían imposibles de concebir en una sola persona". También reconoce que no se portó muy bien con ella en una ocasión, pero Ana no fue rencorosa. "Se portó muy bien conmigo. Yo no puedo decir lo mismo, y me avergüenzo por ello. Por razones que no vienen al caso, un día me porté fatal. Fui injusta con ella (...) Le dije algo muy feo que no se merecía y de lo que me arrepentí enseguida. Le hice pagar en ese momento por mis problemas. ¡Maldito genio el mío! Sentí tanta vergüenza de lo que hice, que no le pedí perdón a tiempo. Cuando pasó el tiempo y por fin dejé la cobardía de lado. Le dije 'perdóname'. Ella me contestó que 'anda, mujer! Si ya ni me acordaba. Todos tenemos malos momentos'. Volvió a ser la amiga de siempre. Sin reproches, sin rencores... esa es Ana".
Para finalizar, la actriz compartió una de las imágenes que los fotógrafos le hicieron a Ana el día del entierro de Álex. "¿Habéis visto la foto de la semana pasada en la que baja la ventanilla del coche para dar las gracias a los fotógrafos con una sonrisa llena de dolor después de llegar de Barcelona y de lo que había sucedido? En esa sonrisa dolorida se condensa la esencia de Ana. Ésa es ella. Por todo esto nunca nadie habla mal de ella. ¡Qué vamos a decir, si los que la conocemos sólo tenemos motivos para darle las gracias! He visto cómo la gente siempre quiere estar con ella, porque todos nos sentimos mejor cuando Ana está cerca. Mejora nuestras vidas. Creo que a eso se le llama 'tener ángel'. Y ella lo tiene. Y ahora, más que nunca".