La recta final de Gran Hermano VIP se ha visto eclipsada por el escándalo del supuesto abuso sexual que sufrió Carlota Prado dentro de la casa de Guadalix de la Sierra durante su participación en GH Revolution en 2017 y que tanto Telecinco como la productora Zeppelin TV permitieron, grabaron y ocultaron, según desveló una grabación publicada por El Confidencial y utilizada como prueba en el juicio.
El complot contra la cadena no tardó en llegar de la mano de personajes públicos como Coto Matamoros y Pepe Herrero pero también en las redes sociales, donde cientos de usuarios reclaman a las empresas que se anuncian durante la emisión del programa que dejen de colaborar con el reality, para lo que utilizan el hashtag #CarlotaNoEstásSola. El boicot se ha hecho realidad y la lista de marcas que ha anunciado el fin de su colaboración con el programa es cada vez más larga: FI Network, Nestlé, Carretilla, Mediamarkt, Postres Reina... Un mazazo para el buque insignia de Telecinco que recuerda al hundimiento de La Noria en 2012.
El talk show semanal que emitía Telecinco los sábados por la noche se hundió después de que el presentador Jordi González entrevistara a Rosalía García, la madre de Francisco Javier García Marín el Cuco, entonces imputado y más tarde condenado por encubrimiento en el asesinato de Marta del Castillo. La entrevista desató la ira de la sociedad española no solo por lo macabro del tema, sino porque Rosalía García recibió una cantidad aproximada de 10.000 euros por su momento televisivo en pleno prime time. Fue el bloguero Pablo Herreros quien llamó a iniciar un boicot por el que La Noria terminaría sin anunciantes y tiritando tras cuatro años de emisión y a pesar de ser líder de audiencia absoluto en su franja.
La iniciativa de Herreros tuvo unos resultados sin precedentes en España. Como ocurre ahora con Gran Hermano, el periodista propuso a los internautas y espectadores ejercer presión contra los anunciantes de La Noria para manifestar su rechazo a una entrevista que llegó a ofender, además, a los padres de la víctima. Su gesta hizo que Telecinco lo sentara en el banquillo para reclamarle 3,6 millones de euros y desató la ira de Jordi González. "Estudiantes y aficionados al marketing: una empresa de embutidos ha visto la oportunidad de una campaña de imagen que le sale gratis. Y la ha aprovechado", escribió en Twitter el presentador en 2012.
Mediaset y Herreros llegaron a un acuerdo mediante el cual la empresa retiró la querella interpuesta contra el bloguero por un posible delito de coacciones y amenazas, al reconocer éste la libertad de los anunciantes para gestionar sus acciones de publicidad independientemente de los contenidos de cualquier medio de comunicación y, en definitiva, que los anunciantes no pueden ser responsabilizados de los actos de los medios de comunicación en los que publicitan sus productos.
En abril de 2012 Telecinco anunció el final de La Noria y una semana después, el programa se despidió de sus espectadores para siempre. El boicot triunfó y, de repetirse ahora, sería el final del reality más longevo y exitoso de la televisión española a pesar de apuntarse los mejores datos de audiencia en años con Gran Hermano VIP 7.