Pilar Rubio regresó el martes con su sección de retos extremos en la nueva temporada de El Hormiguero y esta vez tenía un objetivo: superar su marca personal en la prueba de apnea, la más difícil a la que se ha enfrentado nunca por su dificultad y riesgo. En al año 2016 alcanzó los 2 minutos y 31 segundos y esta vez tocó batir un nuevo récord para el que lleva preparándose todo el verano.
Tanto esfuerzo dio sus frutos y la colaboradora consiguió doblar su marca llegando a los 4 minutos y 8 segundos, todo un momentazo para ella. Unos minutos angustiosos que mantuvieron a Pablo Motos, a la invitada Ona Carbonell, al público y a la audiencia en tensión y silencio absoluto.
Pilar no pudo evitar emocionarse y le dedicó el nuevo reto a todos los que la han apoyado y confiado en ella. "Se lo quiero dedicar a todos mis seguidores de Instagram que han estado apoyándome todos estos años y que son ya 4 millones. A mi instructor Juan de Alcázar, a todo el equipo de El Hormiguero y, por supuesto, a mi gran número 4, a mi marido", dijo refiriéndose a Sergio Ramos antes de romper a llorar. Un número que, sin duda, ha marcado su vida. "Me entran ganas de llorar a mi también. Esta mujer consigue cualquier reto que se le proponga", añadió Carbonell muy sorprendida.