Ya son incontables las ocasiones en las que Isabel Pantoja ha amenazado con abandonar Supervivientes, aunque quizá la última haya sido la más preocupante. El miércoles antes de la gala de esta semana, la tonadillera vivió un importante ataque de ansiedad que nadie fue capaz de cortar y que la llevó a gritar a los cuatro vientos su necesidad de abandonar. "¡Me siento encerrada y no puedo estar así!", gritaba al resto de concursantes cuando trataban de tranquilizarla.
Las noticias del estado de salud de Pantoja se filtraron en la tarde del jueves e incluso se llegó a hablar de abandono, algo que enseguida se desmintió desde la cuenta oficial de Twitter de Mediaset. Con mejor aspecto y ya calmada, Isabel Pantoja explicó en directo a Jorge Javier Vázquez y todos los espectadores qué le ocurre exactamente. "Me dio una crisis de ansiedad bastante grande. Llevo intentando superarla desde la primera semana y por un momento se me metió en la cabeza abandonar", aseguró.
Pero el presentador quería saber más y preguntó el motivo de esos "deseos periódicos de abandonar". "Todo el mundo sabe que lo he pasado muy mal. Pensaba que mi mente y mi físico estaban bien, pero estar en una isla me recuerda día a día que no tengo el mando de mi vida en mis manos. Cuando llega la noche me dan ganas de salir y no puedo, estoy rodeada de mar por todas partes". Con estas palabras Pantoja hizo alusión a su estancia en la cárcel, siempre sin nombrarla directamente. "Me recuerda donde estuve. Estoy feliz de estar aquí pero me recuerda muchísimo a donde yo no elegí estar, donde perdí la libertad".
Lo que más le cuesta a Isabel es no poder ver a su familia, como aquellos días en la prisión de Alcalá de Guadaira de Sevilla. "La comida era lo de menos. Era el no poder ver a mi gente, mis hijos, mi madre, mis nietos... He perdido mi libertad". Pero una vez más consiguió reponerse e intentó convencerse a sí misma de que puede seguir adelante en el concurso.