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Carlos Pérez Gimeno

La sabiduría de América Jova, madre de Alaska

América es un pozo de sabiduría,de objetividad y cuando no está de acuerdo en algo lo argumenta con una claridad como solo lo sabe hacer ella.

América Jova asistió al ya tradicional almuerzo, de la Peña El Cuarto Poder, en Casa Lucio, en plena Cava Baja de Madrid. La cita era a las 14,15, y su puntualidad no pudo ser más impecable. Llegó sola, a pasar de haber cumplido hace unos días 90 años. Comió de todo, los famosos huevos, los callos, jamón, la merluza, la carne, mientras contaba con esa cabeza privilegiada que tiene, mil anécdotas que le han pasado a lo largo de su vida. Da guato hablar con una persona tan joven de espíritu, con unas ideas tan claras, y su forma de exponerlas, dejan a todo el que está a su alrededor, como se suele decir, con la boca abierta. América es un pozo de sabiduría, y de objetividad, siempre ve le lado bueno de las cosas, y cuando no está de acuerdo en algo, lo argumenta con una claridad como solo lo sabe hacer ella.

Tiene pasaporte español, desde el primer momento que se instaló en Madrid. "Soy española, no me ha interesado ser comunista, a pesar de no haberme robado dinero, pero sí me quitaron a mi familia, mi vida, y cuando mi abuela y mi padre murieron en Cuba, no pude ir, pasé unos años terribles. Fui fidelista, y en una ocasión le vi a Castro de coche a coche, era muy guapo. Él no era de izquierdas, todo eso cambió mucho, y también hay que reconocer que Batista fue un ladrón. A pesar de votar a la derecha, los políticos no me gustan ninguno porque todos roban, pero al menos aquí te dejan vivir, y en Cuba no. Yo he vivido esa experiencia y por eso y muchas cosas más no me ha interesado tener el pasaporte cubano. Tengo un hermano 30 años más joven que yo, de diferente madre que vive allí. Por supuesto he vuelto a la isla, la última vez hace un año, ahora está todo mucho más cambiado, aunque tiene que cambiar todo mucho más". Así lo contó.

América está feliz de la vida y piensa que ha pasado muy deprisa. "Cuando eres joven tienes ganas de que pase el tiempo deprisa, pero después te das cuenta, que ha pasado sin darnos cuenta". Su sentido del humor llama la atención y cuando se le preguntó que le queda por hacer en la vida, su respuesta no puede ser más clara. "Ser rica, y tener un barco y avión privado", comentó con sentido del humor, aunque lo decía en serio. "He tenido marido, amigas buenas y malas. He viajado , y tengo una relación muy buena con un novio que tuve hace 45 años que se llama Dionisio Hortal, vive en Gijón, pero con 90 años , ya no te enamoras, es una bella persona y le quiero mucho. Me hubiera gustado tener nietos, pero sé que eso no va a pasar, ni Olvido ni Mario quieren, yo no les he animado ni a eso ni a nada en la vida, nunca me he metido".

Al hablar de su hija, con toda naturalidad, comentó que la primera vez que la vio actuar, no le gustó nada, y que nunca pensó que llegaría donde está. "No sabía cantar ni bailar de hecho sigue sin hacerlo que no le gusta. Yo he sido una gran bailadora, pero mi hija no tiene ninguna gracia para el baile. Ella se ha superado en eso, pero no le gusta".. Es su mayor fan, y nunca pensó que podría haber evolucionado tanto desde sus comienzos. Reconoce que ha sido mejor madre que amante. "La relación con mi ex marido, el padre de Olvido, fue buena hasta el final de él". Cuando habla de su hija se le ilumina la cara, y reconoce que siempre fue una niña muy buena, nada conflictiva, cuando se divorció se su marido, tenía 11 años. Adora a Mario, su yerno, y a toda su familia. "Alaska es muy reservada en casa, en cambio Mario y yo somos iguales, hablamos de todo, porque ella no cuenta nada, con los novio de mi hija nunca me gustaron , en cambio Mario es un loco como yo, y con su familia tenemos un trato inmejorable, después de este almuerzo he quedado con ellos".

De salud según comentó esta ‘muy bien. "Estoy mucho mejor que de joven, toda la parte derecha la tengo operada, cadera, pie, y solo tengo un ovario, por eso me extrañó mucho cuando me quedé embarazada, no me lo esperaba, nació con 8 meses y pesaba 1 kg, 200 gramos. A la vida le pido que me quede como estoy, y que ellos sean felices y que no se separen. No le temo a la muerte, creo que es divina, hay que descansar después de haber vivido. Morir es más importante que nacer, porque lo hacemos todos, en cambio no todos nacen".

Toda una lección.

Carlos Pérez Gimeno y América Jova | Elio Valderrama

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