Los espectadores están acostumbrados a ver la cara más amable de Toñi Moreno. La presentadora siempre hace gala de su simpatía en los platós de televisión. Sin embargo, esta semana vivió una situación que estuvo a punto de acabar con su paciencia.
Toñi compagina su trabajo en Mediaset España con su programa en Canal Sur, por lo que semanalmente tiene que viajar entre Madrid y Sevilla. La presentadora aprovecha estos momentos de viaje para descansar, leer o disfrutar de una película. Tal y como ella misma aseguró en sus redes sociales, compró una plaza en un vagón silencioso para evitar que hubiese ruidos que perturbasen su descanso.
Según su testimonio, una de sus compañeras de viaje no dejaba de hablar por teléfono, algo que está prohibido en ese tipo de espacio. "Súper interesada en la conversación telefónica que mantiene mi compañera de vagón con su amiga", escribió junto a una fotografía suya con cara de hartazgo. "Acaba de romper con su novio y está en la fase de hacerle un traje a medida. Le diría que está en el vagón del silencio pero no quiero que me llamen quisquillosa", añadió.
Momentos después publicó otra imagen en la que se la veía muy atenta a la conversación presumiendo del sentido del humor del que siempre ha hecho gala.