Continúa la censura ideológica en Twitter: la delegación española de la red social cerró la cuenta del presentador Frank Cuesta por un comentario dirigido a Dani Mateo en el que respondía a unas declaraciones del presunto cómico en una entrevista concedida a Catalunya Radio, en la que declaró que "si un juez me dice que no puedo hacer humor irreverente, igual me marcho a Bélgica como Valtonyc". "No sé si quiero vivir en un país donde no se puede hacer este tipo de comedia. Si hubiera utilizado una bandera catalana no hubiera pasado nada", añadió.
Al colaborador de El Gran Wyoming le respondió Frank Cuesta en su cuenta de Twitter con un texto que arrancaba así: "’España es una mierda, España es una mierda… ¡Me voy a ir de España!’. Y cuando te vayas… experimentarás y aprenderás… que en otros países sí que te tratan ‘xenofóbicamente’. Que estarás de invitado y te lo recordarán diariamente. Que no tendrás ni una cuarta parte de la libertad de expresión. Que tendrás que trabajar el triple que los locales para sacar tu empresa adelante. Que la medicina pública es una mierda comparada con la de España".
El presentador, radicado en Tailandia, continuaba señalando que, en otros países, "las diferentes ideologías políticas se odian, pero respetan los símbolos de los países" y que "si no tienes TODOS los papeles en regla, te sacan al minuto. Que siempre serás un extranjero… aunque vivas 20 años en ese país".
Cuesta remataba el mensaje a Mateo diciéndole que quienes dicen que "España es una mierda" no merecen "el increíble y maravilloso país" en el que viven y, "por supuesto… que no tenéis huevos para ir a buscaros la vida a otro país". "Y sí… yo vivo fuera de España… y en su momento, los políticos me dejaron tirado, la Casa Real me dejó tirado… pero es que, para mí, España son todos los españoles… no los que dicen que mandan. España es su cultura, sus gentes, su comida, sus paisajes, su música, su folclore… su historia (la buena y la mala). VIVA ESPAÑA".
Twitter le ha reabierto la cuenta a Frank Cuesta hace unas horas: "Ayer, 400 o 500 trolls se pusieron de acuerdo para reportar la cuenta y, obviamente, te la cancelan momentáneamente. Esta mañana, he estado a las ocho de la mañana en las oficinas de Twitter aquí, y me han dicho que para las diez de la mañana, ya estará la cuenta de vuelta". Aun así, el criterio utilizado por la red social con el presentador de Wild Frank –y con María Blanco, y con Hermann Tertsch…– dista mucho del usado, por ejemplo, con Arran, las juventudes de la CUP, quienes mostraron –y muestran: lo tienen como tuit fijado– cómo cometían un delito llenando de pintura amarilla la vivienda del juez Pablo Llarena, y cuya cuenta permaneció intacta.