El martes se estrenó la nueva entrega de Las Campos en Argentina, un programa especial grabado de manera previa a las malas noticias relativas a Terelu que han llegado en las últimas semanas, y que llegaba "calentito" por un factor: el enfado de María Teresa por la tardanza de Telecinco a la hora de emitirlo.
Quizá ese descontento es el mismo que se filtró en sus imágenes, en las que María Teresa daba la impresión de estar obligada". No es, sin embargo, la primera vez que se habla del descontento de María Teresa con este espacio, concebido para lucimiento de sus hijas, pero otro género muy diferente a la que ella está acostumbrada como la experimentada periodista que es.
En el citado especial, Edmundo Arrocet acompañaba al trío fundamental del show en una visita por sus lugares de la infancia en Argentina, un recorrido en el que a modo de invitados especiales hicieron acto de aparición los de Pimpinela.
Terelu sacó con ellos el tema peligroso de la jornada, asegurando a Lucía Galán lo mucho que le gustaba una de sus canciones, la titulada "Bastardo". La cantante explicó que hablaba de una infidelidad que sufrió su hermana.
Hablaron entonces de "cuernos" en la pareja, y Terelu dio entonces una de sus frases-titular, asegurando: "Siempre he sido fiel, pero empiezo a relativizar las cosas". Su hermana, Carmen Borrego, opinó que "no hay que echar ni una canita al aire".
La veterana de las Campos es más bien de la opinión de Carmen. La cámara pudo captar la cara de tensión de Bigote Arrocet, a quien pillaron "en el ajo" hace ya tiempo en un piso con su amiga Gemma Serrano, una presunta infidelidad que fue negada tanto por él como por María Teresa. El leve intercambio de miradas entre María Teresa y Edmundo, sin embargo, no tuvo precio. Ella lo solucionó diciendo que "yo no se si lo aguantaría, pero no hay tío en el mundo que aguante una infidelidad".
El programa también destacó por descubrir para qué utiliza Carmen Borrego las cajas fuertes de los hoteles. En ellas no guarda ni el dinero ni las joyas, pero sí lo que de ese modo parece ser su posesión más preciada: la ropa interior.