Nuestros poetas vuelven a tener una agria polémica a cuento del Festival de Eurovisión. Parece que Monsieur de Sans-Foy ha salido eurofan, y Fray Josepho todo lo contrario. La polémica cobra un sentido especial este año, en que los representantes españoles son Amaia y Alfred, esos dos triunfitos que tan bobaliconamente se partían de risa con el libro España de mierda.
¿Y ustedes con quién están de acuerdo?
YUROVÍSION FOR EVER
por Monsieur de Sans-Foy
Hay cosas por encima de la crítica,
que nunca la razón entenderá.
Mi fe en Eurovisión es casi mítica,
lo mismo que en el flan de mi mamá.
La trama no es antigua, es paleolítica:
seguir la votación desde el sofá,
al fuego de la estufa catalítica,
pendientes del "Guayómini, di puá".
Y aunque de Eurovisión no tengo quejas,
admito que han llegado a mis orejas
algunos anecdóticos murmullos:
si, usando el festival como artimaña,
dejáramos medrar a la Antiespaña...
sería porque somos muy capullos.
EUROVISIÓN, NI DE COÑA
por Fray Josepho
Usted podrá decir lo que usted quiera,
faltaba más, Sanfuá. Se lo consiento.
Pero es que Eurovisión es un tormento
ramplón, trivial, ridículo y hortera.
Yo sé que su pasión festivalera
se debe a su carácter feculento.
Como le tengo estima, lo lamento.
A ver si en el futuro lo supera.
Por eso a mí, Sanfuá, no me hace daño
(es más, me importa un huevo) que este año
mandemos a la Amaia y al Alfred.
Pues la actuación de dicha parejita
(no sé si indepe, mema o podemita)
se la dejo enterita para usted.