El presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, ha sido el último invitado de Mi casa es la tuya, el programa de Bertín Osborne en Telecinco. El presentador se desplazó a la comarca de Liébana, donde el político aprovechó para sugerirle que se mudara a una casa de la zona y, como ya es habitual, para hacer un poco de publicidad de la región que preside.
Revilla contó que estuvo a punto de dimitir por Crónicas Marcianas. El presidente autonómico se quejó en una televisión cántabra del escaso menú de la boda de los actuales reyes de España, Felipe de Borbón y Letizia Ortiz, y, varias semanas después, Xavier Sardá pidió a la emisora regional que le facilitasen el vídeo. Ante la negativa de la cadena, el periodista catalán dijo que pagaría un millón de pesetas al espectador que le mandara el programa grabado en cinta de vídeo. "Fue un despelleje de todos, fueron a hundir a una persona sin piedad, salvo Boris Izaguirre. Me llamaron palurdo", recordó.
El debate provocó que Revilla redactase su carta de dimisión. Sin embargo, el apoyo de la gente le hizo cambiar de opinión y, pocas semanas después, Juan Carlos I, le dijo: "Qué razón tenías, Revilla. ¡Qué mal nos dieron de comer!".
En materia política, el presidente cántabro dijo que cree "más en las personas que en ideologías" y, sobre Podemos, señaló que "hay cosas que me encantan y otras con las que no podría gobernar". También cargó contra el presidente de EEUU, Donald Trump: "Es un loco controlado por otros locos que dominan el mundo y controlan las guerras, las finanzas… Este tío me tiene preocupado".
En la última edición de Mi casa es la tuya supimos del "vértigo horroroso" de Bertín Osborne. Revilla hizo subir al presentador a los Picos de Europa en un teleférico y el cantante lo pasó fatal. "¡Me cago en la leche! ¡Con lo grande que eres! ¿Dónde notas la presión? ¿En las partes bajas, no?", bromeó el político.
El momento más íntimo del programa fue en el que estuvo Aurora, la esposa del político. Mientras comían, el presentador les retó a una partida de dados para intercambiar las últimas preguntas del programa. En ese momento, ella preguntó a Revilla si le había puesto los cuernos. Respuesta: "Te lo juro, nunca en mi vida. Pero sí que te he mentido. Te he dicho que no me volvería a presentar a las elecciones muchas veces y lo he hecho".