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Manel Fuentes habla sobre el fracaso del 'Deluxe' y aclara el estado de salud de Ángel Llácer

El presentador se sienta con Chic para charlar sobre la primera edición de Tu cara no me suena todavía. 

El presentador se sienta con Chic para charlar sobre la primera edición de Tu cara no me suena todavía. 
Manel Fuentes | Cordon Press

Olga Guillot, Mónica Naranjo o el cangrejo Sebastián fueron algunas de las actuaciones que pudimos disfrutar en el estreno de la primera edición Tu cara no me suena todavía. Un nuevo formato con anónimos que, además de estrenar mecánica, renueva parte de su jurado pero que recoge la esencia de las cinco anterior ediciones con famosos.

Noemí Galera, directora de casting de Gestmusic Endemol, explicó en la presentación del programa que había tenido que visionar hasta 1.000 vídeos, de casi 3.000 personas que se presentaron al casting. Al final, solo 70 pasaron su criba, que serán los que se enfrenten en plató para convertirse en el primer ganador de la primera edición con anónimos del concurso de imitaciones. Cada semana, diez concursantes diferentes darán lo mejor de sí mismos para quedar en primer lugar y pasar directamente a la final. El segundo, tercer y cuarto puesto tendrá la posibilidad de volver la semana siguiente a imitar al personaje aleatorio que le otorgue el pulsador.

Chic tuvo la oportunidad de charlar con su presentador Manel Fuentes, que se mostró emocionado y nervioso ante el estreno de la nueva temporada.

P: Galas en directo y con gente anónima, ¿no te pareció arriesgado cuando te lo propusieron?

Manel: Para nada, ser en directo le va dar mucha calidad a la gala, y mucha emoción. Puede que haya muchos concursantes que lleven años preparándose un personaje que le ha llegado al corazón y eso lo vamos a percibir semana tras semana. Todo requiere muchísimo trabajo de casting. Y gracias también a la generosidad de la gente que nos lo pedía enviando cartas e incluso por la calle. Este programa les da la oportunidad de demostrar su talento. Son más de 70 concursantes con un nivel increíble. Lo que me fascina es cuando alguien sorprende al propio artista imitado. Como cuando ves que Alejandro Sanz envía un tuit diciendo que el tío que me ha imitado lo hace perfecto y que no había escuchado a nadie mejor que él. Como esa sorpresa creo que tendremos muchas a lo largo de la edición.

P: ¿Nervioso ante la reacción del público o confías en el éxito del producto?

M: Siempre hay que ser humilde, trabajar duro y ser precavido. Nunca sabes cómo van a funcionar las cosas y dependes mucho también de a quién tienes enfrente. Nosotros intentamos hacerlo lo mejor posible temporada tras temporada.

P: Aunque las audiencias siempre han estado de vuestro lado, este año han ido especialmente bien, habéis logrado desplazar al Deluxe a los sábados. ¿Qué ha tenido esta edición para hacerla diferente?

M: Acuérdate de que el año pasado también fue muy vista y todos decían que no se iba a poder superar. Pues este año se ha superado. Insisto, lo que pase con la competencia a nosotros nos da igual, lo que miramos es hacer el mejor programa posible.

P: Pero no me negarás que habéis conseguido ganar una batalla épica a Telecinco.

M: Gracias, gracias. Si piensas en la gente que curraba allí, pues te sabe mal, porque al final todos somos compañeros y todos hacemos las cosas que podemos. A nivel particular, estoy muy feliz de hacer el tipo de televisión que me gusta.

P: ¿Qué cuerpo se te queda cuando te dicen que te quedas sin vacaciones?

M: (risas) Bueno bien, la verdad que mi vida personal está muy ligada a este formato. Tengo una banda en la que interpreto a Bruce Springsteen y sé perfectamente lo que sienten los concursantes. Esta es una pasión real en mi vida, poder venderles a todos un programa que permite jugar a eso, hizo que yo fuese uno de los que creyó el formato desde el principio. Yo me acuerdo cuando empezamos y Santiago Segura no se quería quitar la barba en el primer programa porque decía que íbamos a durar dos días. Yo le decía que confiase. De hecho, había gente que no quería venir y la norma general era que íbamos a darnos una ostia. Demostramos que ese espacio se podía rellenar y ahora hay muchos famosos que quieren venir al programa.

P: ¿Suelen coincidir las valoraciones del jurado con tus gustos?

M: No. Lo bueno es que yo no tengo que contar mis gustos. Pero ha habido galas que yo hubiera puesto otra puntuación. Hay noches en las que el jurado me pregunta mi opinión, pero yo convivo todo el día con los concursantes, en los ensayos, durante la semana, conozco su trabajo y sufrimiento y por eso me gustaría que en ocasiones las votaciones fuesen distintas. Al final, es el público quien equilibra la balanza, por eso es tan importante el voto desde casa.

P: ¿Temes que alguno de los concursantes anónimos no aguante la presión y salga corriendo del plató? ¿Tienes algún protocolo de actuación ante un imprevisto así?

M: Lo que más me gusta de esto es que no hay protocolo de actuación. Mi función es dar ritmo para que todo funcione. En la final de Tu cara me suena entró un vídeo que no tenía que entrar, y de repente cortaron el vídeo y me dijeron "estás en directo". Pues conté unos chistes que no estaban previstos para salir de la situación. Este es un ingrediente mágico que tienen los programas en directo. Además, ya tengo el bagaje suficiente para afrontarlo y disfrutarlo.

P: ¿Crees que alguno de los concursantes anónimos podría dar su salto a la edición con famosos?

M: Si hay alguien que es muy destacado, muy versátil o que el público le haya cogido especial cariño, no lo vamos a desaprovechar.

P: ¿Los Chunguitos, Silvia Abril o Yolanda Ramos? Se te nota cierta debilidad con el dúo.

M: Todos, los quiero a todos. Es cierto que cuando vienen Los Chunguitos siento cierta debilidad y me enternecen porque son muy auténticos. Pero te puedo hablar de muchos que han pasado que nos han dado muy buen rollo, incluso Javier de Pecos (risas).

P: ¿Qué tal se encuentra Ángel Llácer de su enfermedad?

M: Bien, está bien. Pero por las características de la enfermedad que tiene, tiene que hacer un reposo que él no hace y por tanto el agotamiento es mayor en ese punto. Es mejor para él no hacer tantos viajes. Pero está perfecto.

P: ¿Nervioso ante el reencuentro de Llácer y Mónica Naranjo?

M: Van a saltar chispas y, por lo que he visto, cada uno lo encara de una manera. Va a ser como meterse en una jungla con machete. Lo bueno es que al cambiar a los miembros del jurado, la química cambia. Y cambia incluso el propio Llácer al no tener al lado a la misma gente. Es en directo, yo tampoco sé qué va a pasar ni por dónde van a salir, no se va a poder cortar nada.

P: Durante la rueda de prensa habéis dicho que en el casting de anónimos os habéis centrado más en la calidad vocal y la imitación que en el humor. ¿Todo lo contrario que en la de famosos?

M: ¡Qué manera de meterte con David Guapo! El formato requiere calidad. Si llevásemos a famosos que cantan como una almeja ya te digo yo que no funcionaria. Todo el mundo tiene que tener cierto nivel. El formato tiene que ser de imitación y de evolución. Silvia Abril vino de exhibición un día para imitar a Tata Golosa, le dijimos que diese unas clase de canto y terminó haciendo números brillantes. Aparte de la Heidi que todos recuerdan, el último número que hizo con Esther Arroyo lo hizo estupendamente. Eso quiere decir que hay un trabajo detrás. Los anónimos tienen que dar más calidad para poder saltar a la fama, porque el famoso, al ser famoso, se puede permitir no ser tan bueno.

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