Los números de audiencia no admiten dudas, el universo Sálvame ha dejado de interesar. El abandono de personajes claves como Rosa Bénito o Raquel Bollo, la negativa a hablar de sus vidas privadas por parte de Kiko Hernández o Mila Ximénez, el poco interés que despiertan los nuevos colaboradores y el declive de popularidad de Belén Esteban, hacen que el programa tenga menos repercusión y por tanto, share.
A pesar del buen hacer de Paz Padilla, Carlota Corredera y María Patiño al frente del programa (tanto en su edición diaria como en su edición Deluxe), la vuelta de Jorge Javier Vázquez se ha convertido en la única esperanza de un formato que ha sucumbido ante las series diarias y los concursos de Antena 3 y TVE y la fiesta semanal que supone Tu Cara me suena. Los polígrafos, las hipnosis y los enfrentamientos ya no sorprenden a los espectadores, que prefieren un formato más amable y divertido como el programa de imitaciones.
Tras ocho años en antena, el programa se ha visto obligado en los últimos meses a probar nuevas fórmulas para relanzar su audiencia como Sálvame Snow Week, un vergonzante reality para encontrar nuevos colaboradores que resultó un fiasco. A esto, hay que sumar el desgaste de las historias de los colaboradores más veteranos, que han dejado de tener la espontaneidad de la que podían presumir durante sus primeros años.
Ahora, cual mesías salvador, Jorge Javier Vázquez regresa para reclamar su sitio como auténtico dueño del cortijo de Sálvame, tras su exitosa gira de teatro con su obra Iba en serio. Hace unos días, saltaba la noticia de que el presentador adelantaba su vuelta al programa, que en un principio estaba prevista para febrero, y que supone una prueba para valorar si aún puede seguir considerándose el rey Midas de la televisión. Una medida urgente por parte de la cadena para enderezar un programa que empieza a ir a la deriva: "Estoy deseando regresar a Sálvame para enderezarlo porque hace aguas" comentó el presentador hace unos días. Parece que se muestra muy confiado en que lo que necesita el programa es su vuelta, olvidando sus últimos descalabros televisivos.
Antes de regresar, el presentador ha desconectado en tierras asiáticas, recorriendo Tailandia y cogiendo fuerzas para el difícil reto que le espera. ¿Conseguirá devolver al programa la gloria de la que gozó hace unos años?