Los Reyes Magos no dejaron regalos para Monsieur Sans-Foy ni para Fray Josepho en sus respectivos árboles. En cambio, nuestros poetas recibieron paquetes destinados a otras personas. Parece que todo se debe a un lío con el programa informático de 'mailing'. En cualquier caso, el paje becario responsable del enredo ya ha sido despedido por Sus Majestades de Oriente.
ESTO NO ES PARA MÍ
por Monsieur de Sans-Foy
Ya han venido los tres Reyes
montados en sus camellos,
repartiendo los regalos
a los que hemos sido buenos.
Y han venido en hora punta...
porque ha habido algún enredo,
y yo tengo los paquetes
que eran para Fray Josepho:
Hay un hábito cartujo...
Va a ser suyo, desde luego.
Y estos hórridos gayumbos,
con empapador por dentro.
Camisetas de algodón,
al más puro estilo retro,
que ya estaban anticuadas
cuando Franco era sargento.
Este insólito artilugio
de Ortopedia San Anselmo,
no sé yo para qué sirve...
Para mí que es un braguero.
Hay un tarro de loción.
Debe ser un crecepelo...
porque sale Pepe Bono
con la cabellera al viento.
¿Y este frasco de pastillas?
Para mí que es un veneno,
porque dice en el envase
que "a los diez minutos, tieso".
Luego, libros... porque el fraile
no descuida el intelecto:
Cómo ser un Estadista,
de Rodríguez Zapatero.
Tenga usté la tripa tiesa,
sin morir en el intento,
por Aznar, José María,
con el prólogo de Oneto.
No se apure, que mañana
se lo mando por correo
al local de señoritas
al que apodan El Convento.
REGALOS PARA OTROS
por Fray Josepho
Como ha dicho ya el Mesié,
vinieron los Reyes Magos,
y han dejado sus paquetes
como siempre, al pie del árbol.
A mí, como soy un fraile,
no me han traído regalos,
que mi voto de pobreza
se lo ha desaconsejado.
Pero me han dejado cosas
para amigos y allegados.
E incluso para enemigos,
que todos somos hermanos.
Incluso hermanos políticos,
por mejor nombre, cuñados.
Para Sanfuá me han traído
dos pastillas de Lagarto,
ese jabón que le quita
la mugre al tío más guarro.
Gran acierto de los Reyes.
Espero que sepa usarlo.
Para el Jefe de esta casa,
Fede Jiménez Losantos,
doscientos quilos de estopa,
para que haga el reparto
cada mañana, al micrófono
de nuestra emisora: EsRadio.
A Luis Herrero y a Dieter
(y a Juanma Rodríguez, claro)
les han puesto sendos chándales
de colores rojiblancos,
con el Cholo Simeone
en la espalda rotulado.
Para el pobre Pedro Sánchez,
un ambientador de nardos,
para que en sus largos viajes
de proselitismo patrio,
de Casa en Casa del Pueblo,
no le huela mal el auto.
Diez quilos de tila en rama
me dejan para Mariano,
al que siempre se le ve
nervioso, sobreexcitado,
vivaz, impulsivo, enérgico,
frenético y desatado.
También para Albert Rivera
alguna cosa han dejado:
una caja de DeMemory,
para que recuerde acaso
las cosas que antes decía,
y que se le han olvidado.
Para Iglesias, un piolet.
Aunque, la verdad, no caigo
en qué o en quién este objeto
puede Pablemos usarlo.
Pero de todas maneras,
Sus Majestades a Pablo
parece que le han traído
todo lo que ha demandado.
En fin, queridos Monarcas,
a ver si el próximo año
no os hacéis la picha un lío
con esto de los regalos,
y dejáis a cada uno
sus cositas en su árbol.